El agujero macular se caracteriza por pérdida de la visión central y distorsión en las imágenes en uno de los ojos. La distorsión se manifiesta como ondulación de las líneas rectas y los números o letras pueden saltar de línea. Otros síntomas que manifiestan los pacientes son una mancha gris central o una mancha ciega en la visión central y mayor dificultad para la lectura.
El agujero macular generalmente se manifiesta de forma aguda de un día para otro, pero en ocasiones la pérdida visual es más progresiva en semanas o meses. Algunos pacientes no se dan cuenta hasta el momento en que por algún motivo deben ocluir el ojo que no se encuentra afectado.
En fases iniciales de la enfermedad se detecta una lesión amarillenta en la fóvea, que es la parte de la retina que se encuentra en el centro de la mácula y es responsable de la visión de detalle y para la lectura. Cuando el agujero se ha consolidado, éste se visualiza en la fóvea.
Grado 1: Se detecta un desprendimiento de la zona foveal de la retina, pero sin agujero retiniano completo.
Grado 2: Se detecta un agujero retiniano completo pequeño en la zona foveal.
Grado 3: Aumento del tamaño del agujero (a partir de 400 micras)
Grado 4: El agujero está asociado a un desprendimiento posterior del vítreo. El vítreo es la gelatina que se encuentra dentro del ojo.
Para realizar el diagnóstico se debe investigar si existe alguna causa de las mencionadas anteriormente responsable del agujero macular. En caso afirmativo hay que abordarla conjuntamente.
Antes de resolver el agujero macular se debe valorar también el grado de catarata del paciente. En pacientes que presentan catarata se recomienda una cirugía combinada con extracción de la catarata y cirugía del agujero macular en un mismo procedimiento. De esta forma se quiere evitar una segunda intervención más adelante.
Asimismo hay que tener en cuenta los antecedentes personales: fármacos, enfermedades sistémicas, traumatismos, enfermedades oculares.
Es recomendable también realizar un estudio ocular completo, que incluye:
La cirugía del agujero macular se realiza para:
a) mejorar la visión y la distorsión de la imagen en pacientes con alteración visual sintomática.
b) evitar una progresiva pérdida visual que se produce a lo largo del tiempo.
La extracción de la catarata se realiza para:
a) mejorar la visión del paciente.
b) evitar la necesidad de una segunda intervención por la progresión de la catarata más adelante en el tiempo, muy habitual en pacientes con algún grado de catarata y más de 60 años.
La extracción de la catarata permite corregir cualquier error refractivo que presente el paciente.
Los pacientes con agujeros maculares grado 2, 3 i 4 generalmente precisan cirugía.
Los pacientes con agujeros iniciales grado 1 que no precisan cirugía deben ser revisados periódicamente para valorar si hay progresión y los pacientes realizarán autocontroles en casa con la cuadrícula de Amsler para determinar si hay cambios en la distorsión.
Los pacientes deben acudir a la visita antes de la fecha programada si existe disminución sintomática de la visión o incremento en la distorsión.
En cada control se valorará si el paciente ha perdido visión o si ha aumentado la distorsión en la imagen y se realizará una OCT macular para valorar si ha habido progresión en el grado de agujero macular.
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