La blefaroplastia es una intervención ambulatoria y muy bien tolerada que ofrece un aspecto más joven y saludable de la mirada a través de la eliminación de excesos de piel o grasa en los párpados.
Aunque es un procedimiento relativamente sencillo, para obtener unos buenos resultados en una blefaroplastia es necesario tener en cuenta ciertos criterios antes de someterse a la misma.
Es muy importante elegir un/a buen/a profesional para llevar a cabo la operación. La zona alrededor de los ojos contiene la piel más fina de todo el cuerpo y los párpados son los protectores de los ojos, que permiten la visión.
Para garantizar la seguridad del procedimiento y preservar la función del ojo, es necesario que la blefaroplastia sea realizada por un/a profesional médico/a especializado/a en la zona de los párpados.
En ICR solamente la realizan oftalmólogos y oftalmólogas especializados/das en oculoplástica y estética ocular, altamente cualificados/das y con mucha experiencia en esta intervención. Además, los/las integrantes del departamento están en un proceso de formación continuada y participan a menudo en congresos y jornadas formativas. La Dra. Núria Ibáñez, Responsable del Departamento de Oculoplástica y Estética ocular, es también la Vicepresidenta de la Sociedad Española de Cirugía Oculoplástica (SECOP).
La tecnología utilizada para llevar a término una blefaroplastia puede ser clave para alcanzar los resultados esperados, optimizar el tiempo para conseguirlos o tener una recuperación más sencilla tras el procedimiento. Por eso, si detectamos que pueden ser beneficiosas para el/la paciente, intentamos incorporar las últimas innovaciones tecnológicas contrastadas científicamente.
Actualmente la blefaroplastia se puede hacer con el método tradicional, pero en ICR priorizamos hacerla con láser CO2, una tecnología que nos permite ser más precisos a la hora de realizar la cirugía, de manera que se minimizan los hematomas y la inflamación. Es decir, el/la paciente disfruta de un postoperatorio más cómodo y rápido.
Las visitas previas a la intervención son fundamentales para valorar cada caso y resolver dudas. Una buena planificación de la cirugía es muy importante para conseguir los resultados previstos.
Así mismo, es importante que el/la paciente explique al/la oftalmólogo/a qué desea lograr, y que se deje aconsejar por el criterio del/la profesional, quien le ofrecerá un asesoramiento personalizado.
A menudo con una única cirugía no se puede conseguir todo aquello que el/la paciente desea. Es por eso que, para alcanzar un mejor resultado, se pueden recomendar tratamientos complementarios, que se pueden combinar con la blefaroplastia.
Así, puede ser aconsejable acompañar la blefaroplastia de un resurfacing o rejuvenecimiento periocular con láser CO2 (para mejorar arrugas alrededor de los párpados o el resto de la cara y conseguir un aspecto más juvenil en la piel) o un cool peel (un tratamiento para iluminar la cara con efectos visibles más rápidamente), por ejemplo. Se trata de una opción a valorar entre el/la paciente y el/la especialista.
El cirujano o la cirujana que se ocupa de la blefaroplastia da una serie de consejos de recuperación al/la paciente. Será necesario que la persona intervenida siga estas indicaciones y acuda a las visitas postoperatorias recomendadas. Durante estas consultas, el/la especialista revisará debidamente cada caso para asegurar que el/la paciente se recupera correctamente y alcanza los resultados deseados.
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