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Método indoloro y no invasivo para tratar todo tipo de ojo seco
Los beneficios permanecen a largo plazo
Aplicación en 4 sesiones de 20 minutos por semana.
La Resonancia Molecular Cuántica o QMR (por sus siglas en inglés) es una tecnología innovadora que se está empezando a utilizar para el tratamiento del ojo seco de manera no invasiva.
La QMR utiliza energía cuántica para actuar sobre enlaces moleculares sin dañar las células, de forma que permite preservar y regenerar tejidos. La máquina que utiliza esta tecnología emite una señal eléctrica alterna de baja potencia y a una frecuencia elevada para estimular el metabolismo y la regeneración natural de células y tejidos que no funcionan correctamente, como las glándulas lagrimales o las glándulas de Meibomio en el caso del ojo seco.
Su seguridad y eficacia están confirmadas por múltiples estudios clínicos.
La tecnología QMR tiene también otros usos en medicina y fisioterapia, pero en el campo de la oftalmología se utiliza actualmente para tratar todo tipo de ojo seco. Es decir, tanto el ojo seco acuodeficiente, como el evaporativo, como el mixto se pueden solucionar con este tratamiento. Todos los y las pacientes que sufren este síndrome se pueden beneficiar de la QMR.
Sin embargo, para prescribir el tratamiento, el equipo médico de la Unidad de Ojo seco antes tiene que hacer una revisión al/la paciente en cuestión, que incluirá la realización de pruebas de la función lagrimal, como la del dispositivo IDRA®.
Solamente se desaconseja en mujeres embarazadas o que tienen intención de estarlo próximamente, bebés y niños/as, personas con dispositivos implantables (como marcapasos o audífonos), pacientes de oncología en tratamiento y pacientes que se hayan sometido a una cirugía ocular el último mes.
La QMR para el tratamiento del ojo seco se aplica mediante un dispositivo llamado Rexon Eye®, diseñado para su aplicación específica en oftalmología y certificado CE para el tratamiento de trastornos de la superficie ocular.
El tratamiento se estructura en 4 sesiones semanales de 20 minutos cada una.
Durante cada sesión, se aplica, por encima de los ojos cerrados del/la paciente, una máscara con electrodos de contacto integrados. Por estos electrodos circulan corrientes que dan una sensación de calor agradable en la zona de los párpados. Es muy poco probable, pero si el/la paciente notara alguna incomodidad o dolor, podría pulsar un botón para detener el tratamiento al instante y revisarlo con el/la profesional.
Después de la aplicación de QMR se debe hacer un reposo ocular de unos 15 minutos. El/la paciente podría experimentar visión borrosa transitoria, causada por la ligera presión de la máscara sobre los ojos. Una vez desaparecido este síntoma (tras 15-30 minutos como máximo), podrá volver a casa por su propio pie, incluso conduciendo.
Se han reportado pocas y leves complicaciones o efectos secundarios del tratamiento, entre los cuales podría haber molestias perioculares, inflamación, eritema o una ligera coloración de la piel. En todos los casos, desaparecen poco tiempo después de la aplicación de la QMR.
Este tratamiento presenta muchas ventajas para pacientes de ojo seco, en primer lugar porque ofrece una solución eficaz a un síndrome que en algunos casos no tenía ninguna de definitiva.
En segundo lugar, se trata de un procedimiento ambulatorio, indoloro y nada invasivo (incluso cómodo para el/la paciente) que además, supera en eficacia algunas opciones tenía hasta ahora.
Finalmente, los beneficios se empiezan a percibir a partir de las 4-6 semanas después de finalizar todas las sesiones de QMR y pueden permanecer hasta unos 2 años, durante los cuales los/las pacientes se benefician de la mejora de los síntomas del síndrome del ojo seco.
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