La catarata secundaria es una opacificación de la cápsula posterior del cristalino que puede aparecer tras unos meses o años de haberse sometido a una operación de extracción de cataratas.
Esto impide el paso de la luz a la retina y conlleva pérdida de visión. Hasta un 20% de los pacientes que se han sometido a una extracción de cataratas pueden sufrir este trastorno.
La catarata secundaria se produce cuando hay una proliferación de células epiteliales del cristalino de la capsula posterior hacia la nueva capsula que lo sostiene. En cualquier caso, no se trata de una reaparición de la catarata que se operó anteriormente.
No es posible saber si un paciente desarrollará una catarata secundaria tras la extracción de cataratas. Pero se suele desarrollar, principalmente, en aquellos pacientes más jóvenes que se han sometido a una operación de cataratas.
Así pues, si se notan problemas de visión tras este tipo de intervención, se debe acudir al oftalmólogo para realizar una valoración oftalmológica.
La catarata secundaria se asocia a síntomas similares a la catarata primaria, como son:
El tratamiento que se suele recomendar tras la aparición de una catarata secundaria es la realización de una capsulotomía.
La capsulotomía consiste en realizar una incisión en la capsula posterior con la ayuda del Láser YAG. El oftalmólogo utilizará gotas para dilatar el ojo y, una vez la pupila esté dilatada, deberá colocar la cabeza en el láser. El oftalmólogo situará el láser en la parte posterior de la capsula para así cortar un área pequeña en forma de círculo y eliminar parte de las células para permitir que la luz pase directamente a través de la retina.
La intervención con el láser YAG acostumbra a ser una intervención rápida e indolora que se realiza de forma ambulatoria y, por lo tanto, el paciente puede abandonar el centro después de realizar la intervención. De todos modos, será necesario realizar controles si así lo especifica el oftalmólogo.
De todos modos, el oftalmólogo valorará la necesidad de realizar esta intervención en función del deterioro visual del paciente y de sus antecedentes médicos para, así, evitar posibles factores de riesgo asociados.
Es posible que durante los días posteriores note que la visión aún no está del todo recuperada y que esta sea borrosa. Si nota que tiene moscas volantes, ve luces intermitentes o una cortina oscura que se mueve de arriba abajo o hacia los lados, deberá acudir urgentemente al oftalmólogo para descartar cualquier trastorno de riesgo.
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