El pasado 9 de julio, el programa de radio La Tarde, de la cadena COPE entrevistó al Dr. Jordi Gatell, jefe del Departamento de Córnea de ICR. El doctor explicó cuáles son los riesgos del contacto de los ojos con el agua del mar o la piscina y qué medidas y recomendaciones hay que tener en cuenta para evitar irritaciones u otros problemas.
A continuación, transcribimos íntegramente la entrevista.
– Estamos en pleno verano, muchas personas están de vacaciones y otros, aunque no estén de vacaciones aprovechan cualquier oportunidad para darse un chapuzón, si puede ser en el mar y si no en la piscina. Lo más preocupante y con lo que hay que tener especial cuidado es con el tema de los ahogamientos, pero no solo con esto. Por ejemplo: ¿Alguna vez has pensado cómo puede afectar el agua de las piscinas a los ojos? Pues el Institut Català de Retina ha hecho un informe para que sepas lo que pueden llegar a provocar los productos químicos que se utilizan en el mantenimiento de algunas piscinas cuando abres los ojos debajo del agua. Para ello vamos a hablar con el Dr. Jordi Gatell, jefe del Departamento de Córnea y Superficie Ocular de ICR.
Doctor, buenas tardes. ¿Cuáles son, para nuestros ojos, los riesgos de bañarse en la piscina?
Principalmente es la irritación ocular que podemos sufrir debido al contacto directo de la conjuntiva o de la córnea (que es la parte externa del ojo) con los irritantes que puede haber en la piscina, como pueden ser el cloro o la suciedad (por ejemplo, de las cremas solares que utilizan los bañistas).
– ¿Se trata de una irritación que desaparece en uno o dos días o nos puede provocar una infección más grave?
Normalmente se trata de irritaciones que desaparecen sin necesidad de realizar ningún tipo de tratamiento. Es cierto que hay veces en las que puede llegar a haber una infección, como una conjuntivitis, que es una de las patologías más frecuentes en oftalmología y que puede precisar algún tratamiento antibiótico. Pero no suelen ser cosas importantes que puedan derivar en pérdidas visuales. Otras veces puede incluso haber una inflamación de la córnea, que también se asocia con la exposición solar, pero es algo que también se acaba solucionando y que no deja ninguna secuela grave.
– ¿Qué pasa con los usuarios de lentes de contacto? Hay mucha gente que no se las quita para entrar en el agua. ¿Esto puede suponer un problema?
Esto es un gran problema. En este caso sí que se tendría que tener muy claro que el uso de lentes de contacto en el agua, ya sea en el mar o en la piscina, es un problema, porque puede derivar en infecciones graves, ya no por virus o bacterias sino por otros microorganismos que se llaman amebas, que pueden provocar ulceraciones de difícil resolución y que a veces incluso pueden requerir un trasplante de córnea. Por ello es muy importante intentar evitar al máximo el uso de lentes si se entra en contacto con el agua del mar, de la piscina o cualquier agua que no sea estrictamente agua corriente.
– Hay gente que es más sensible, que sale con los ojos más irritados después de bañarse en la piscina o en el mar y hay gente que no lo es tanto. Los más sensibles, ¿deberían utilizar algún sistema de protección?
Sí, hay gente que es mucho más sensible. Por ejemplo, puede haber personas que tengan algo que se llama pinguéculas, que son unos bultitos de grasa en el ojo que hacen que haya una cierta irregularidad y que el ojo sea mucho más sensible a ciertos factores, como el agua, el viento, etc. En general, de todas formas, nosotros recomendamos que las personas que pasen un rato nadando, o los niños, que acostumbran a estar mucho tiempo en el agua, utilicen gafas de natación, porque el ojo queda mucho más protegido.
– Hoy teníamos un debate en la redacción: yo soy incapaz de abrir los ojos debajo del agua, pero hay gente que no solo lo hace, sino que bucea muy bien y dice que ve perfectamente debajo del agua. ¿Esto es realmente así?
Lo habitual es no ver nada, a no ser que lleves unas gafas. El contacto del agua con la superficie del ojo produce la misma sensación que si estuviésemos viendo a través de un cristal con muchas dioptrías. Es por eso que se ve borroso. En cambio, si utilizamos unas gafas, la cámara de aire que queda entre el ojo y las gafas hace que podamos ver igual que fuera del agua.
– Jordi Gatell, jefe del Departamento de Córnea y Superficie Ocular del Institut Català de Retina. Muchas gracias doctor.
Muchas gracias, hasta luego. Buenas tardes.
Se puede escuchar la entrevista entera en el siguiente enlace, a partir del minuto 49:15.
https://www.cope.es/programas/la-tarde/audios/tarde-9707-2019-1500-1600-horas-20190709_803737
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