La maculopatía miópica es un transtorno macular adquirirdo, por lo general consecuencia de la miopía magna. Se trata de una patología progresiva que puede presentarse en edades muy precoces.
Con el aumento de la esperanza de vida, la parte de la población afectada es considerable. Por ello es importante evaluar si una intervención a tiempo puede mejorar la visión.
Esta fue la temática de una de las intervenciones del último Curso de Actualización en Retina, celebrado el 3 de junio de 2022 en el Hospital Universitario Vall d’Hebron. La ponencia fue a cargo del Dr. Jürgens, Director Médico y Jefe del Departamento de Retina y Vítreo del ICR y llevaba por título “Intervención quirúrgica precoz en la maculopatía miópica traccional”.
El doctor se centró en el tratamiento quirúrgico de ciertas enfermedades que presentan los pacientes con miopía alta o miopía magna, es decir aquellos que presentan más de 6 dioptrías. La miopía que padecen estas personas va más allá de una anomalía que pueda corregirse con gafas, lentes de contacto o cirugía. Se trata ya de una enfermedad que provoca discapacidad visual, pues puede producir pérdida de visión de forma irreversible.
En los pacientes con miopía magna puede haber pérdida de visión por varias causas: desprendimiento de retina, anomalías en la capa de fibras nerviosas o, más frecuentemente, por enfermedades en la mácula, la denominada maculopatía miópica.
Dentro de la maculopatía miópica, el Dr. Jürgens se centró en los casos que se producen por un problema mecánico, en el que la distensión del globo ocular por enlongación del ojo provoca un problema traccional. Hasta un 30 % de pacientes altos miopes presentan estas anomalías mecánicas en la mácula y en un 50 % de los casos esta maculopatía va a progresar con el tiempo.
En estos casos, se puede tratar la tracción para mejorar la visión.
Según un estudio publicado por el equipo de Retina del ICR en la revista Ophthalmologica, un 28,5% de pacientes tuvieron que ser operados a causa de la progresión de la enfermedad, que empeoró su agudeza visual. Por contra, todos los pacientes operados presentaron una mejora anatómica y un 81,2% de ellos mejoró su agudeza visual.
Si se descarta la presencia de otras enfermedades concomitantes, los pacientes con maculopatía miópica traccional pueden ser candidatos a una intervención quirúrgica. Es importante considerar la operación en los pacientes con mayor riesgo de progresión, pues si se operan en fases tardías, la visión no mejora.
Para distinguir los casos en los que el paciente tiene más probabilidades de sufrir pérdida de visión, se utilizan herramientas como la tomografía de coherencia óptica.
La intervención implica realizar procedimientos extremadamente delicados. Tecnología como la OCT intraoperatoria permite a los oftalmólogos ser muy precisos y comprobar en la misma operación si se consiguen los objetivos quirúrgicos deseados.
Durante la sesión, también participaron otros médicos del ICR, como la Dra. Banderas, que partició con una ponencia sobre microangiopatia trombótica. La doctora habló de la patología, sus repercusiones oftalmológicas y las consideraciones a tener en cuenta en su tratamiento con terapia intravítrea, en base a dos casos de pacientes.
Natural course and surgical management of high myopic foveoschisis. Estudio por Dra. Amanda Rey, Dr. Ignasi Jürgens, Dr. Xavier Maseras, Dra. Miriam Carbajal.
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