La Dra. Amanda Rey, oftalmóloga del Departamento de Retina del Institut Català de Retina, junto con la Dra. Lorena Castillo, oftalmóloga del Departamento de Neuroftalmología del ICR, han publicado un artículo en la revista internacional de prestigio en oftalmología BMC Ophthalmology.
El artículo presentado trata el caso clínico de un paciente diagnosticado de fístula carotidocavernosa con pérdida de visión debido a un desprendimiento de retina seroso secundario.
La fístula carotidocavernosa es una conexión anómala entre el sistema arterial carotideo (que lleva la sangre oxigenada al cerebro) y el seno cavernoso que puede ocasionar típicamente una congestión venosa en el ojo. El desprendimiento de retina seroso se ha descrito como una complicación muy infrecuente en los pacientes con fístula carotidocavernosa.
La coroides es una capa vascular que nutre la retina externa y está involucrada en varias enfermedades oculares incluyendo tumores, degeneración macular, corioretinopatía serosa central, retinopatía diabética y uveítis. La EDI-OCT (tomografía de coherencia óptica de alta resolución) es una técnica no invasiva que permite evaluar los gruesos de esta capa, así como la estructura de estas enfermedades.
Los resultados del paciente analizado confirman unos gruesos subfoveales de la coroides superiores en el momento del diagnóstico de la fístula en presencia de fluido subretiniano en comparación con el otro ojo o con los gruesos de después de la resolución del fluido, cuando la fístula se ha cerrado de manera espontánea. Por lo tanto, se trata de una enfermedad en la que la coroides también podría estar implicada en el origen o la causa de la aparición del desprendimiento de retina seroso secundario.
Se especula que la transformación de la sangre venosa de las venas orbitarias en sangre arterial a causa de la fístula carotidocavernosa podría ocasionar estasis venosa (circulación lenta de la sangre en las venas), congestión de la membrana coriocapilar y, finalmente, podría producir hipoxia (estado de deficiencia de oxígeno en la sangre, las células y los tejidos), algo que provoca una disfunción de las células del epitelio pigmentario de la retina que provocan el desprendimiento de retina seroso secundario.
Los cambios en la congestión de la coriocapilar pueden medirse de manera no invasiva con los gruesos de la coroides mediante la EDI-OCT. En el momento en que la fístula carotidocavernosa se cierra, se normaliza el flujo venoso en la zona de los ojos y la función de la coriocapilar. Asimismo, el epitelio pigmentario vuelve a la normalidad, el desprendimiento de retina seroso se resuelve y el grueso de la coroides se normaliza.
Este es el primer artículo publicado de un paciente con fístula carotidocavernosa con desprendimiento de retina seroso secundario en el que la técnica de la EDI-OCT ha permitido valorar los cambios que se producen en la coroides después de la resolución espontánea de la fístula. Esta técnica permite visualizar en tiempo real y de manera objetiva y detallada la capa de la coroides y, además, puede utilizarse para monitorizar la actividad de la enfermedad.
En este artículo también han colaborado el Dr. Ignasi Jürgens, director médico del ICR y jefe del Departamento de Retina, y la Dra. Agnieszka Dyrda y el Dr. Xavier Maseras, ambos oftalmólogos del Departamento de Retina del ICR.
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