El ojo negro es una grasa o una tira adhesiva rectangular de color negro que algunos deportistas se aplican debajo de los ojos con el objetivo de reducir el resplandor de la luz solar o artificial. Aunque su efectividad no ha sido demostrada de forma concluyente, este método es ampliamente utilizado por los jugadores de fútbol americano o béisbol.
Cuando una persona está expuesta a la luz solar o artificial, su piel absorbe parte de esta luz, pero, a su vez, hay otra parte que se refleja. Esto, en el caso de que la luz se dirija directamente a la cara, puede causar deslumbramiento a los ojos y afectar a la visión, por lo que algunos deportistas detectaron hace años que el uso de rayas negras bajo los ojos o justo encima de los pómulos podía ayudarles a absorber toda la luz y evitar los reflejos.
Se cree que el primero en utilizar el ojo negro fue el jugador de béisbol Babe Ruth en 1930, a quien siguió en 1942 el jugador de fútbol americano Andy Farkas. Desde entonces esta práctica se ha popularizado entre muchos deportistas americanos, que afirman que este truco les ayuda a diferenciar mejor la pelota cuando esta está en el aire.
En 2003, los oftalmólogos Brian DeBroff y Patricia Pahk realizaron un estudio para probar si la grasa utilizada en el ojo negro o las tiras antideslumbrantes reducían realmente los deslumbramientos y mejoraban la sensibilidad al contraste durante la exposición a la luz solar. Para hacerlo dividieron a los 46 participantes del estudio en tres grupos a los que aplicaron diferentes productos en el borde infraorbitario: un grupo utilizó ojo negro, otro, tiras antideslumbrantes y el tercero, vaselina incolora. Los investigadores comprobaron la visión de los participantes con una tabla optométrica mientras los sujetos eran expuestos a la luz solar natural. El estudio concluyó que el ojo negro reduce el deslumbramiento del sol y mejora la sensibilidad al contraste, mientras las tiras antideslumbrantes y la vaselina no demostraron ser efectivas. Sin embargo, los resultados fueron puestos en duda ya que se consideró que los participantes podían haberse visto sugestionados por el hecho de que sabían qué sustancia o producto estaban probando, además de que la vaselina podría haber tenido efectos contraproducentes en sus usuarios y haber empeorado su visión.
Un estudio realizado posteriormente por el Dr. Benjamin Powers descubrió que el ojo negro reduce en mayor medida el resplandor del sol en las mujeres y en las personas que no tienen los ojos azules. Sin embargo, también se consideró que los resultados no eran concluyentes, ya que se evaluó una muestra pequeña de participantes y, al igual que en el estudio anterior, estos también sabían qué producto estaban probando. Además, las pruebas se realizaron a una distancia de tan solo 1,15 m.
En 2008, el programa Cazadores de mitos, comprobó si el ojo negro reducía el resplandor. La prueba realizada concluyó que, aunque este no elimina el deslumbramiento sí puede ayudar a diferenciar mejor la luz y la oscuridad y, por lo tanto, a detectar mejor la pelota en condiciones de mucha luz.
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