El electrorretinograma o electrorretinografía es una prueba electrofisiológica que se utiliza para medir la respuesta eléctrica producida por las células retinianas sensibles a la luz (conos y bastones).
Este examen permite la detección precoz y el control terapéutico de las enfermedades de la retina, además de considerarse una prueba útil para la supervisión del glaucoma.
Esta prueba se usa para diagnosticar enfermedades degenerativas hereditarias de la retina como por ejemplo la retinosis pigmentaria o controlar el estado de la retina cuando se toman medicamentos (antipalúdicos, por ejemplo) que pueden deteriorarla. El examen también se prescribe con frecuencia para diversas indicaciones como retinitis (inflamación de la retina), retinopatía diabética, desprendimiento de retina u otras causas de pérdida visual.
El paciente tendrá que acudir el día de la prueba sin haber aplicado crema y/o maquillaje en la cara y sin lentes de contacto para poder obtener los resultados de manera adecuada.
Además, antes de la realización de la prueba se aplicarán unas gotas al paciente para dilatar sus pupilas y otras gotas anestésicas para evitar molestias a nivel de la superficie del ojo por el uso de unos pequeños electrodos.
No es recomendable conducir tras la realización de la prueba, ya que las gotas que se aplican para la dilatación de la pupila pueden producir borrosidad y dificultad visual durante 6-12h. Pasado este tiempo estos efectos desaparecen por completo. En el caso de utilizar lentes de contacto también se recomienda no ponerlas hasta que desaparezcan los comentados efectos.
El electrorretinograma es un examen monitorizado por un optometrista que consiste en la estimulación de la retina con flashes de luz de diferentes intensidades. Para su realización se coloca un pequeño electrodo en el párpado inferior y en contacto con el ojo del paciente, lo que permitirá conocer el funcionalismo de su retina. El ojo se expone entonces a estímulos luminosos con una iluminación de fondo, intensidad y frecuencia variables. Los impulsos nerviosos eléctricos en la retina que se producen en respuesta a los estímulos de luz son registrados por el electrodo y representados en un gráfico llamado «retinograma».
La duración de la prueba es de aproximadamente unos 45 minutos: el paciente debe estar 20 minutos haciendo una adaptación a la oscuridad y luego mirar dentro de una cúpula, donde mediante flashes de luz, se estimula la retina.
Una vez recogidos los datos, el oftalmólogo será el encargado de interpretar los resultados y transmitirlos durante la próxima visita.
Resultado de un electrorretinograma.
¿Puede causar algún tipo de molestia?
No, aunque la colocación del electrodo en contacto con la conjuntiva ocular puede provocar una ligera irritación en el ojo que desaparecerá en poco tiempo al terminar la prueba y que se minimiza con el uso de anestésico durante la prueba y mediante el uso de lágrimas artificiales al acabar.
¿Hay que venir acompañado?
Sí, mejor que venga acompañado de otra persona, puesto que tras la realización de la prueba presentará visión borrosa al efecto temporal de las gotas de dilatación pupilar.
¿Hay que acudir en ayunas?
No es necesario acudir en ayunas para la realización de la prueba.
¿Cuánto se tarda en obtener los resultados de la prueba?
Los datos se obtienen en el mismo momento de la realización de la prueba. Si se precisa un informe por un oftalmólogo, la prueba informada se le remitirá en pocos días.
¿Puede el optometrista interpretar el resultado de la prueba en el momento de su realización?
El optometrista es el encargado de practicar la prueba y tiene los conocimientos para confirmar su correcta realización. Quien debe interpretar e informar de los resultados obtenidos es el oftalmólogo, quien lo hará teniendo el contexto clínico después de una anamnesis y exploración completas del paciente
¿Cuáles son los valores normales que se obtienen en un electrorretinograma?
Los valores normales en esta prueba no son unas cifras exactas. No se pueden determinar interpretando únicamente la prueba. El oftalmólogo los interpreta en el contexto de la sintomatología del paciente y de la exploración oftalmológica.
¿Se puede conducir después de la prueba? ¿Y ducharse?
No, después de la prueba no se recomienda conducir, ya que el efecto de las gotas de dilatación (cierta borrosidad, deslumbramiento) aún no habrá desaparecido. Sin embargo, el paciente puede ducharse tras la realización del electrorretinograma.
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