Endoftalmitis significa la presencia de una bacteria o un hongo intraocular que causa una infección de los fluidos intraoculares.
Cualquier tipo de cirugía puede complicarse con una endoftalmitis.
*Normalmente, la frecuencia o la incidencia de una cirugía de cataratas es de 1 por cada 1.000 pacientes operados.
Dependerán del tipo de endoftalmitis y de la severidad de la misma. Típicamente, un paciente que ha sido intervenido de una cirugía de cataratas, presentará pérdida de visión, ojo rojo y/o dolor.
Los pacientes con una endoftalmitis endógena, normalmente no suelen presentar dolor y la inflamación o eritema (enrojecimiento ocular) se puede presentar en fases ya más posteriores. Estos pacientes suelen acudir al centro con pérdida de visión y/o presencia de miodesopsias o moscas volantes.
El diagnóstico de la endoftalmitis es fundamentalmente clínico. Esto significa que el oftalmólogo tendrá que sospechar de esta complicación, normalmente en un paciente que acuda con los síntomas típicos y un antecedente de cirugía intraocular. Es más complejo cuando esto no se da y sospechamos de una endoftalmitis endógena. En cualquier caso, se deberán tomar muestras del ojo y esto se realiza en un quirófano.
Una de las formas es la aspiración de esta gelatina, el humor vítreo y el humor acuoso, o bien realizando una vitrectomía.
El tratamiento de la endoftalmitis tiene que ser lo más urgente posible y consiste en la administración de antibióticos o antifúngicos directamente dentro del ojo y, en aquellos casos donde haya una reacción inflamatoria severa también se administran los corticosteroides de forma oral.
En algunos casos será necesaria una intervención quirúrgica como la vitrectomía para liberar la cavidad intraocular de esta reacción inflamatoria e infecciosa que va asociada.
El pronóstico visual de la endoftalmitis todavía se considera reservado. Depende mucho del tipo de agente y de las características del ojo o la causa de esta infección. Por ejemplo, pacientes que presentan muy poca agudeza visual tienen un pronóstico más reservado y también aquellos pacientes de edad más avanzada.
De todas formas, con el desarrollo de las nuevas tecnologías quirúrgicas y diagnósticas y la mejora de los diferentes agentes antimicrobianos, el pronóstico de una endoftalmitis por ejemplo, después de una cirugía de catarata, no es tan sombrío como hace unos años y normalmente los pacientes pueden llegar a conseguir una agudeza visual del 50% respecto de la agudeza que tenían previamente.
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