Ilustración esquemática representando lesiones corneales.

LACERACIÓN CORNEAL

¿Qué es una laceración corneal?

Una laceración corneal es un corte en la córnea, habitualmente provocado por el contacto de algún objeto afilado con el ojo. También la puede provocar el impacto de un objeto con cierta fuerza en el ojo, como una herramienta metálica. Por ese motivo, es importante llevar gafas de protección al realizar actividades de riesgo, como cortar madera, metal, etc.

Una laceración corneal es más profunda que una abrasión corneal, y puede suponer un corte parcial o total de la córnea. Si la laceración es muy profunda, puede llegar a penetrar todo el grueso de la córnea. En dicho caso, la laceración traspasa completamente la córnea y provoca una rotura del globo ocular.

Las laceraciones corneales son lesiones graves que requieren atención médica urgente para impedir una pérdida de visión importante.

Qué hacer en caso de lesiones en la córnea

En caso de que haya sufrido una lesión en el ojo, los pasos a seguir son los siguientes:

  • Coloque con cuidado un protector ocular sobre el ojo sin que llegue a tocarlo y fíjelo alrededor del ojo con cinta hasta que reciba atención médica.
  • No lo aclare con agua
  • No retire ningún objeto que haya quedado incrustado en el ojo
  • No se frote ni aplique presión en el ojo
  • Evite tomar aspirina, ibuprofeno u otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, ya que diluyen la sangre y pueden aumentar cualquier sangrado.
  • Una vez protegido el ojo, acuda inmediatamente a urgencias.

¿Qué síntomas produce una laceración?

Los síntomas de una laceración corneal pueden incluir:

  • Dolor intenso
  • Lagrimeo
  • Sensibilidad a la luz
  • Visión borrosa o disminución de la visión
  • Sangrado (sangre en el ojo)
  • Sensación de cuerpo extraño

¿Cómo se trata una laceración corneal?

Para cerrar una laceración corneal, es habitual realizar una cirugía, que ayuda a prevenir más daños en el ojo y a retirar cualquier objeto extraño que haya quedado incrustado en la zona tras el traumatismo.

Las laceraciones graves pueden requerir varias cirugías y pueden incluso provocar una pérdida de visión permanente.

Tras la cirugía, es posible que tenga que llevar el ojo cubierto para protegerlo. Además, su oftalmólogo le prescribirá medicación apropiada, que puede incluir analgésicos y medicamentos para el proceso de curación.

La laceración corneal también puede implicar riesgo de complicaciones, entre las que se cuentan el desprendimiento de retina, infecciones o glaucoma, por lo que resulta esencial realizar visitas de seguimiento tras el tratamiento inmediato.

Infografía que muestra cómo y dónde se producen algunas lesiones corneales.

ABRASIÓN CORNEAL

¿Qué es una abrasión corneal? ¿Cuáles son sus causas?

Una abrasión corneal es un arañazo o rasguño en la córnea. Normalmente son superficiales y no dejan cicatriz.

Las abrasiones corneales pueden evitarse a menudo mediante el uso de gafas protectoras al realizar actividades de riesgo.

Los niños pequeños son una de las causas de abrasiones corneales más comunes porque suelen meter accidentalmente el dedo en el ojo de quienes les sujeta. En algunos casos, la causa de una abrasión corneal puede no ser evidente, ya que los síntomas pueden aparecer horas después de la lesión en la córnea.

Las abrasiones las pueden provocar una serie de causas muy variadas, entre ellas:

  • objetos que golpeen o entren en el ojo, como materias vegetales, serrín o cenizas;
  • cuerpos extraños, como polvo, suciedad o arena, que se quedan atascados bajo los párpados;
  • lesiones derivadas de la práctica de deportes
  • uso de lentes de contacto mal adaptadas o conservadas;
  • entrada de algún objeto en el ojo;
  • frotado excesivo de los ojos, especialmente si parece que hay algo atrapado en el ojo;
  • algunas enfermedades oculares, como el tracoma, una infección bacteriana;
  • cirugía bajo anestesia general.

Síntomas provocados por una abrasión corneal

Cuando se experimenta una abrasión corneal, pueden aparecer síntomas como:

  • dolor, que puede aumentar al abrir o cerrar el ojo;
  • sensación de cuerpo extraño
  • enrojecimiento
  • lagrimeo
  • sensibilidad a la luz
  • visión borrosa o pérdida de visión
  • dolor de cabeza

En algunas ocasiones, es posible no ser consciente de que se ha sufrido una abrasión corneal o desconocer de qué manera ha sucedido, puesto que los síntomas aparecen horas después de la lesión.

Si nota que, con el viento, algo le entra en el ojo, intente retirarlo lavándose con agua del grifo. Recuerde no frotarse los ojos, ya que puede empeorar la abrasión.

Tratamiento de una abrasión corneal

Una abrasión corneal menor suele cerrarse por sí sola en pocos días. El oftalmólogo puede prescribirle gotas o pomada antibiótica en los ojos, o utilizar gotas esteroideas para reducir la inflamación y las posibilidades de formación de una cicatriz.

Si ha sufrido una abrasión corneal, es posible que el doctor le cubra el ojo para que se sienta más cómodo o que le prescriban analgésicos para el dolor. También puede ser beneficioso llevar gafas de sol para mitigar los síntomas de la abrasión corneal durante el proceso de curación.

En caso de que lleve lentes de contacto, deberá evitar su uso hasta que su oftalmólogo le confirme que ya puede volverlas a utilizar de manera segura.

En algunos casos, días o meses más tarde después de haberse curado, la lesión puede recidivar de manera espontánea, normalmente tras dormir, al levantarse, y los síntomas pueden reaparecer. En ese caso, debe volver a tratarse y utilizar un tratamiento lubrificante preventivo.

Contenido médico revisado por - Última revisión 11/03/2024

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