Una laceración corneal es un corte en la córnea, habitualmente provocado por el contacto de algún objeto afilado con el ojo. También la puede provocar el impacto de un objeto con cierta fuerza en el ojo, como una herramienta metálica. Por ese motivo, es importante llevar gafas de protección al realizar actividades de riesgo, como cortar madera, metal, etc.
Una laceración corneal es más profunda que una abrasión corneal, y puede suponer un corte parcial o total de la córnea. Si la laceración es muy profunda, puede llegar a penetrar todo el grueso de la córnea. En dicho caso, la laceración traspasa completamente la córnea y provoca una rotura del globo ocular.
Las laceraciones corneales son lesiones graves que requieren atención médica urgente para impedir una pérdida de visión importante.
En caso de que haya sufrido una lesión en el ojo, los pasos a seguir son los siguientes:
Los síntomas de una laceración corneal pueden incluir:
Para cerrar una laceración corneal, es habitual realizar una cirugía, que ayuda a prevenir más daños en el ojo y a retirar cualquier objeto extraño que haya quedado incrustado en la zona tras el traumatismo.
Las laceraciones graves pueden requerir varias cirugías y pueden incluso provocar una pérdida de visión permanente.
Tras la cirugía, es posible que tenga que llevar el ojo cubierto para protegerlo. Además, su oftalmólogo le prescribirá medicación apropiada, que puede incluir analgésicos y medicamentos para el proceso de curación.
La laceración corneal también puede implicar riesgo de complicaciones, entre las que se cuentan el desprendimiento de retina, infecciones o glaucoma, por lo que resulta esencial realizar visitas de seguimiento tras el tratamiento inmediato.
Una abrasión corneal es un arañazo o rasguño en la córnea. Normalmente son superficiales y no dejan cicatriz.
Las abrasiones corneales pueden evitarse a menudo mediante el uso de gafas protectoras al realizar actividades de riesgo.
Los niños pequeños son una de las causas de abrasiones corneales más comunes porque suelen meter accidentalmente el dedo en el ojo de quienes les sujeta. En algunos casos, la causa de una abrasión corneal puede no ser evidente, ya que los síntomas pueden aparecer horas después de la lesión en la córnea.
Las abrasiones las pueden provocar una serie de causas muy variadas, entre ellas:
Cuando se experimenta una abrasión corneal, pueden aparecer síntomas como:
En algunas ocasiones, es posible no ser consciente de que se ha sufrido una abrasión corneal o desconocer de qué manera ha sucedido, puesto que los síntomas aparecen horas después de la lesión.
Si nota que, con el viento, algo le entra en el ojo, intente retirarlo lavándose con agua del grifo. Recuerde no frotarse los ojos, ya que puede empeorar la abrasión.
Una abrasión corneal menor suele cerrarse por sí sola en pocos días. El oftalmólogo puede prescribirle gotas o pomada antibiótica en los ojos, o utilizar gotas esteroideas para reducir la inflamación y las posibilidades de formación de una cicatriz.
Si ha sufrido una abrasión corneal, es posible que el doctor le cubra el ojo para que se sienta más cómodo o que le prescriban analgésicos para el dolor. También puede ser beneficioso llevar gafas de sol para mitigar los síntomas de la abrasión corneal durante el proceso de curación.
En caso de que lleve lentes de contacto, deberá evitar su uso hasta que su oftalmólogo le confirme que ya puede volverlas a utilizar de manera segura.
En algunos casos, días o meses más tarde después de haberse curado, la lesión puede recidivar de manera espontánea, normalmente tras dormir, al levantarse, y los síntomas pueden reaparecer. En ese caso, debe volver a tratarse y utilizar un tratamiento lubrificante preventivo.
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