En ICR hace tiempo que contamos con una pionera Unidad de Miopía, liderada por la Dra. Susana García. El control de la miopía que se hace desde allí es el motivo principal de ponencias en congresos y jornadas de oftalmología.
La misma Dra. García presentó algunos aspectos del mismo en la última edición del Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva, dentro del ciclo de contactología de la sociedad. Su ponencia llevaba por título “¿Cómo pasar a la práctica en el control de miopía?”, y se centró en esta tarea en base a su experiencia y conocimientos.
La prevalencia de la miopía ha aumentado últimamente, a consecuencia de cambios de hábitos como el aumento de las tareas en visión próxima, el uso de dispositivos electrónicos y la falta de tiempo en el exterior.
La miopía es más que un simple defecto refractivo: los datos epidemiológicos vinculan la miopía con una serie de patologías oculares, como el glaucoma, la catarata, la maculopatía miópica y el desprendimiento de retina, entre otros. Cuanto más elevado sea el número de dioptrías, mayor es la prevalencia de estas patologías.
Por eso es muy importante limitar o prevenir el progreso de la miopía en unidades especializadas. El objetivo de estos departamentos es hacer un seguimiento para que la miopía sea inferior a 6 dioptrías, cifra a partir de la cual se considera miopía magna, que podría derivar en enfermedades visuales severas.
El control de miopía se realiza especialmente en pacientes pediátricos. En estos casos, la gestión requiere también la implicación de las familias, que deben ser conscientes de los factores de riesgo, las posibles consecuencias del progreso de la miopía y los tratamientos.
Así, el control de la miopía no se limita a la consulta, sino que continúa durante el día a día del/la paciente. En casa, las familias pueden vigilar la distancia de trabajo demasiado cercana, limitar el número de horas de uso de dispositivos electrónicos o reforzar el tiempo de actividades al aire libre.
Es necesario aplicar el control de miopía antes de que aparezca. Cuando, en una visita oftalmológica, el/la niño/a presenta una refracción que no se corresponde con su edad, consideramos que estamos ante una situación de pre-miopía. En ese momento, se deberán hacer controles biométricos y revisiones oftalmológicas semestrales.
Si la graduación progresa, será necesario aplicar tratamientos. Primero se administran, si no hay contraindicaciones, gotas de Atropina. Si estas no logran detener el progreso de la miopía, se combinarán con lentes de contacto diseñadas para frenarlo.
El control de miopía requiere un seguimiento, que en ICR siempre realizamos con profesionales altamente especializados en refracción y contactología. De esta manera, acompañamos a los pacientes en todo el proceso para ralentizar o detener el progreso de la miopía.
El 39º Congreso de la SECOIR se celebró del 8 al 10 de mayo en el centro de exposiciones, ferias y convenciones de Córdoba, y contó también con la participación de otros profesionales médicos del Institut Català de Retina.
El Dr. Francesc Duch, responsable del departamento de Cirugía Refractiva, presentó la ponencia «EVO ICL y resultados en bajas miopías».
Por otro lado, el Dr. Javier Reyes expuso «Subluxación del cristalino y femtoLASIK. Tratamiento de ametropía en una situación excepcional».
Finalmente, el Dr. Víctor Lázaro fue invitado como ponente para el simposio «Retos en la cirugía faco-refractiva”.
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