revisión ocular infantil
Revisión ocular infantil en ICR. Foto: J. Casanova / ICR

Todos los niños y niñas deberían hacerse una revisión oftalmológica alrededor de los 18 meses de edad. Cuando son pequeños, no son capaces de decir si ven bien o no, por lo que una revisión oftalmológica puede detectar y prevenir la pérdida visual que en algunos casos, si no se trata a tiempo, puede ser irreversible.

Algunos problemas, como la ambliopía u ojo vago, pueden tratarse en bebés y niños pequeños pero pueden ser irreversibles una vez se alcanza la madurez de la vía visual (a partir de los 8 años de edad).

Además, siempre se debe consultar al oftalmólogo pediátrico si los padres, los profesores o el pediatra observan algún síntoma o señal de alerta.

Síntomas y señales de alerta

Ante cualquiera de los siguientes síntomas es aconsejable realizar una revisión completa por parte de un especialista en oftalmología pediátrica:

  • Bajo rendimiento escolar
  • Falta de atención y concentración
  • Rechazo de actividades como leer, pintar o juegos que requieren enfocar de cerca
  • Posiciones no naturales de la cabeza (ladea la cabeza para enfocar)
  • Tendencia a acercarse mucho al televisor o a la hoja de papel al leer o escribir
  • Dolor de cabeza u otras alteraciones neurológicas
  • Cierre de ojos para mirar a lo lejos
  • Dificultad para distinguir los colores
  • Molestia frente a la luz
  • Enrojecimiento de los ojos
  • Manchas blanquecinas en la zona de la pupila
  • Desviación ocular
  • Lagrimeo
  • Dolor de cabeza u otras alteraciones
  • Visión doble o diplopía
  • Visión borrosa

Revisiones oftalmológicas recomendadas

Revisión en recién nacidos

Es importante examinar los ojos de un recién nacido y realizarle una prueba de reflejo rojo (indicador básico de que los ojos están bien). Asimismo, hay que examinar a fondo cualquier recién nacido prematuro o que corra riesgo de sufrir otros problemas oculares por historial familiar de trastornos de la visión graves en la infancia o por señales de anomalías.

Revisión en bebés de 6 a 12 meses

Se debe realizar una revisión oftalmológica si el bebé desvía un ojo o el pediatra detecta alguna anomalía ocular.

Revisión en niños de 1 a 2 años

Se puede realizar un test para valorar las habilidades visuales del niño en edad preverbal y valorar el alineamiento ocular. En caso de que los ojos del niño estén desalineados, tengan ambliopía o errores de refracción, deberá someterse a una revisión para iniciar un tratamiento lo antes posible. A los 18 meses es la edad indicada para explorar el fondo de ojo con gotas para dilatar la pupila.

Revisión en niños de 3 a 4 años

Entre los tres y los cuatro años, hay que evaluar la visión del niño y la alineación de sus ojos. Además, y como a esa edad ya suele cooperar, se puede valorar su agudeza visual mediante optotipos. Una opción cuando el niño es poco colaborador es el uso de autorrefractómetros, aunque son mucho menos precisos que la esquiascopia que realiza el/la optometrista.

El principal objetivo de esta revisión es descartar el ojo vago (ambliopía), que es tratable en la infancia, pero que no se puede corregir si se detecta pasados los 8 o 10 años, ya que a esa edad ya se ha completado el desarrollo visual. Asimismo, se descartará la necesidad de utilizar gafas, tanto si el niño tiene hipermetropíamiopía o astigmatismo.

Revisiones periódicas a partir de los 4 años

A partir de los 3-4 años se recomienda una revisión oftalmológica anual.

Cuando el niño empiece en la escuela, o en cualquier momento en el que exista una sospecha de un posible problema ocular, es necesario realizar una revisión oftalmológica para detectar cualquier desalineación o problema de refracción, entre otros.

La hipermetropía es el defecto refractivo más común en esta franja de edad. Se puede corregir con el uso de gafas.

revisión optométrica

¿En qué consisten las revisiones infantiles?

Además de explorar la agudeza visual, necesitamos graduar la vista del niño, por lo que después de una primera visita se suele realizar un examen de refracción (para medir los errores en el enfoque del ojo y poder determinar la graduación exacta) y una exploración del fondo de ojo.

Para realizar estas pruebas de forma correcta, es necesaria una dilatación previa de las pupilas mediante colirio ciclopléjico, que permite relajar la acomodación y dilatar la pupila.

La administración del colirio se realiza mediante la aplicación de una gota 90 minutos y 45 minutos antes de la visita. Es muy importante que transcurra este tiempo entre la instilación de la primera gota y el examen para garantizar así la relajación completa de la acomodación. De lo contrario, puede darse una medida errónea de la refracción. Hay que tener en cuenta, además, que este colirio produce fotofobia y visión borrosa entre 24 y 36 horas. Por ello, las revisiones pediátricas se suelen disociar y realizar en dos partes en días separados.

revisión ocular infantil

Preguntas frecuentes

¿En qué consiste la primera visita oftalmológica infantil?

En la primera revisión oftalmológica se valorará la agudeza visual, se graduará la vista y se descartarán problemas de refracción o patologías oculares que puedan afectar el desarrollo normal del niño.

¿En la mayoría de primeras visitas será necesario realizar alguna prueba complementaria?

Es probable que después de una primera visita, el médico oftalmólogo considere necesario realizar una prueba complementaria para la que tenga que acudir al centro otro día. En esta segunda cita se realizará dicha prueba complementaria junto con otra visita con el oftalmólogo.

Si vivimos lejos, ¿también tendremos que acudir dos días diferentes para la realización de la prueba complementaria?

Sí. Esta prueba complementaria, que puede requerir la aplicación previa de unas gotas, se realiza en días diferentes en beneficio del menor, ya que hemos comprobado que estos ofrecen una mayor colaboración y se reduce además el riesgo de contagio por Covid.

¿Estas gotas producen algún tipo de malestar?

Se trata de un colirio muy seguro, utilizado desde hace muchas décadas. En algunas circunstancias, pueden causar somnolencia o irritabilidad, por lo que es necesario reducir su concentración en niños o niñas que pesen menos de 25 kg.

Problemas oculares más frecuentes en esta etapa

Problemas visuales más frecuentes en esta estapaSíntomas y signos de alarma
Ambliopía u ojo vago

Dolores de cabeza o de cervicales.
Cuando ya ha aprendido a leer, se salta palabras o confunde letras.

Estrabismo

Mala alineación de los ojos
Los ojos no se mueven a la vez hacia la misma dirección.
Inclinación de la cabeza hacia un lado para mirar a puntos concretos.
Guiña los ojos o se los frota habitualmente.
El niño tuerce o cierra un ojo para enfocar.

Miopía y astigmatismo

Entornar los ojos para enfocar a larga distancia
Confundir personas que se encuentran a una distancia más o menos lejana
Preferir actividades para las que se requiere el uso de visión cercana.
Acercarse los objetos para verlos o leer.
Mirar la televisión o el ordenador de muy cerca.
Entrecerrar los ojos para enfocar

Hipermetropía

Antecedentes de progenitores con hipermetropía
Dolor de cabeza al realizar actividades de visión cercana
Cansancio ocular tras realizar este tipo de actividades
Enrojecimiento
Inclinación de la cabeza hacia atrás
Entrecerrar los ojos para enfocar

Discromatopsia

Alteraciones en la visión del color

Conjuntivitis

Enrojecimiento
Lagrimeo
Legañas matinales (conjuntivitis infecciosas)
Ganglios aumentados (conjuntivitis víricas)
Picor (conjuntivitis alérgicas)

Contenido médico revisado por - Última revisión 29/04/2021

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