Según la Academia Americana de Oftalmología, algunos informes sugieren que el nuevo brote de coronavirus puede causar conjuntivitis, por lo que es posible que este se transmita por contacto de aerosol con la conjuntiva. En este sentido, explica que los pacientes que presenten conjuntivitis junto con síntomas respiratorios y que hayan viajado recientemente a zonas con brotes activos o tengan familiares que hayan regresado recientemente, podrían presentar la enfermedad.
Los coronavirus son una amplia familia de virus que normalmente afectan sólo a los animales, aunque algunos tienen la capacidad de transmitirse de los animales a las personas. Pueden producir desde un resfriado común hasta enfermedades más graves.
Este nuevo tipo de coronavirus, denominado «SARS-CoV-2», fue detectado por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan y causa una enfermedad conocida como «COVID-19», que puede derivar en infecciones respiratorias severas, entre las cuales la neumonía. Los afectados experimentan síntomas como fiebre, tos o falta de aliento, que pueden aparecer entre 2 y 14 días después de haber estado expuestos al virus. Además, según un análisis publicado en The Lancet, los pacientes pueden transmitir el virus incluso antes de experimentar síntomas.
A pesar de que parece que este nuevo coronavirus no es tan grave como el SARS-CoV (que se inició en China en noviembre de 2002) ni tan letal como el MERS-CoV (detectado en 2012 en Arabia Saudita), se ha propagado rápidamente a otros países y ya se han producido un número significativo de muertes.
De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología, el virus parece propagarse a través de pequeñas gotas respiratorias producidas cuando una persona infectada tose o estornuda, aunque también podría propagarse si la gente toca un objeto contaminado con el virus y a continuación se toca la boca, la nariz o los ojos. Según explica el Dr. Ignasi Jürgens, director médico de ICR, algunos informes sugieren además que el virus puede causar conjuntivitis en entre el 1 % y el 3 % de los casos y ser transmitido por contacto de aerosol con la conjuntiva. Por ello, los pacientes que acudan al oftalmólogo por conjuntivitis y tengan síntomas respiratorios, podrían ser sospechosos de tener el virus.
Tal y como afirma el Ministerio de Sanidad español en su web, no existe un tratamiento específico para el nuevo coronavirus (aunque se están empleando algunos antivirales que han demostrado cierta eficacia). Sin embargo, existen muchos tratamientos para controlar sus síntomas, por lo que la asistencia sanitaria mejora el pronóstico.
Desde ICR queremos enviar un mensaje de tranquilidad a la población en relación con el uso de cloroquina para pacientes graves afectados por Covid-19.
Si bien es cierto que la ingesta de cloroquina durante mucho tiempo y a dosis elevadas puede tener efectos nocivos irreversibles para la retina, ya que se puede acumular en la mácula, no es peligroso si se toma durante un breve periodo de tiempo para paliar los síntomas de la pandemia actual.
Las pautas de tratamiento para esta indicación son completamente seguras para la visión.
De acuerdo con las indicaciones del Ministerio de Sanidad y de la Organización Mundial de la Salud, para protegerse del COVID-19 hay que seguir las medidas genéricas de protección frente a enfermedades respiratorias, como:
La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, la membrana mucosa que recubre el interior de los párpados, y que se propaga a la parte anterior del globo ocular. Puede ser alérgica o infecciosa.
La conjuntivitis infecciosa está causada por un agente infeccioso (bacterias o virus) y se manifiesta generalmente de forma aguda. Generalmente no es grave, pero puede ser muy molesta.
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