Los temblores en los párpados son muy comunes y habituales entre la población. Cuando alguien dice “me tiembla el ojo”, lo que ocurre en realidad es una especie de fasciculación, palpitación o espasmo en el párpado, conocido técnicamente como mioquimia orbicular que puede o no apreciarse a simple vista. Suele aparecer repentinamente y lo más frecuente es que persista sólo durante un breve periodo de tiempo (segundos o minutos) y desaparezca sin ningún tipo de molestia mayor. Estas fasciculaciones pueden repetirse. Se trata de un temblor provocado por contracciones benignas e involuntarias en el músculo orbicular que es el encargado de cerrar los párpados.
La mioquimia orbicular suele ocurrir únicamente en uno de los párpados y, con mayor frecuencia, en el de abajo. En general, este tipo de temblor no llega a cerrar completamente el ojo (es solo un “temblor”) y no suele persistir durante mucho tiempo. En el caso de alguna de estas situaciones se dieran, podría tratarse de algún desorden muscular o neurológico más grave, como el blefaroespasmo o el espasmo hemifacial por lo que habría que consultar con un especialista.
En el caso de que se trate de un temblor común y benigno (mioquimia), puede tener relación con el estrés, la ansiedad, el consumo de bebidas estimulantes, el tabaco, etc. También puede tener relación con la sequedad e irritación ocular, y con la falta de sueño y descanso.
En cualquiera de estos casos, los movimientos palpebrales no revestirían gravedad ninguna y no sería necesario acudir al oftalmólogo, sino que habría suficiente con esperar a que desaparezcan solos o seguir una serie de consejos que ayuden a hacerlos desaparecer. Sólo en caso de no desaparecer y persistir en el tiempo recomendamos visitar al oftalmólogo especialista en párpados.
En el caso de otras afecciones más graves, como el blefaroespasmo o el espasmo hemifacial, ya no se trata de pequeños temblores si no de espasmos más enérgicos y deben ser estudiados por un especialista en neuroftalmología que descartará si existen o no enfermedades asociadas y valorará la derivación para su tratamiento a los especialistas en oculoplástica (especialistas de los párpados). Los siguientes síntomas requieren revisión oftalmológica, puesto que combinados con otros pueden indicar la presencia de una enfermedad:
En el caso de la mioquimia orbicular, las contracciones involuntarias suelen desaparecer por sí solas. Sin embargo, se pueden seguir una serie de trucos caseros para paliar sus efectos. En general disminuir el nivel de estrés y ansiedad ayudará a que desaparezcan y que no se repitan. Hay otros tratamientos que pueden facilitar su desaparición como aplicar gotas humectantes para mantener los ojos hidratados o utilizar gafas de sol o aplicar contrastes de frío y calor en intervalos de 10 segundos para mejorar la circulación del párpado. En el siguiente artículo describimos los principales remedios para la mioquimia orbicular o temblores en los párpados.
Por otro lado, en el caso de los blefaroespasmos y espasmos hemifaciales diagnosticados por neuroftalmólogos o oculoplásticos, el tratamiento de elección son las inyecciones de neuromoduladores para relajar temporalmente la musculatura de los párpados y evitar que se contraiga.
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