El tratamiento IPL permite restablecer el normal funcionamiento de las glándulas de Meibomio y reducir la inflamación.
El tratamiento se aplica en 3 sesiones separadas por unos 15 días entre una y otra.
Es importante que el estudio previo al tratamiento lo realice un/a oftalmólogo/a especialista.
La luz pulsada intensa (IPL) es un tratamiento innovador para el síndrome del ojo seco. Está indicado en casos de alteración de las glándulas de Meibomio, cuya función es aportar grasa a la lágrima para limitar su evaporación y mantener el ojo hidratado.
La terapia IPL se aplica para conseguir una estimulación de estas glándulas, restablecer su normal funcionamiento y reducir la inflamación. Con ello se consigue mejorar la composición de la lágrima y, por tanto, también la calidad de vida del paciente al notar menor enrojecimiento y sensación de arenilla, mayor comodidad al usar pantallas y ordenadores y menor necesidad de usar lágrimas artificiales.
El Departamento de Córnea de ICR dispone de la tecnología más innovadora, segura y fiable para el buen diagnóstico del ojo seco y para la determinación, de manera personalizada, del tratamiento que requiere cada paciente.
El tratamiento IPL se aplica de forma personalizada para determinados tipos de ojo seco según estudio previo por parte de un oftalmólogo especialista en córnea.
La aplicación de impulsos térmicos alrededor del ojo estimula las glándulas de Meibomio con la finalidad de reanudar su función normal.
Aplicada en la zona periorbital y el pómulo, se obtiene como resultado el incremento de la cantidad y la calidad del flujo de lípido, reduciendo así la evaporación lagrimal.
Este tratamiento hace que el meibum (líquido que secretan las glándulas de Meibomio) sea más fluído, favoreciendo así su secreción para aumentar el componente oleoso de la lágrima y estabilizar su capa lipídica.
La terapia con luz pulsada IPL consigue reducir la evaporación de la lágrima y aliviar de forma significativa las molestias derivadas del ojo seco.
El tratamiento con luz pulsada se realiza en consulta oftalmológica, sin necesidad de entrar en quirófano, y habitualmente se aplica en 3 sesiones separadas por unos 15 días entre una y otra. Cada sesión dura alrededor de 15 minutos.
Como protección ocular durante la aplicación del tratamiento, el paciente deberá llevar puestas unas gafas protectoras (goggles opacos) y el profesional que realice el procedimiento unas gafas oscuras.
El tratamiento es cómodo e indoloro, tanto durante su aplicación como después.
En la mayoría de casos la mejoría es progresiva, consiguiendo en la tercera sesión la máxima mejora en cuanto a la película lagrimal y por tanto en el alivio de los síntomas de ojo seco.
Se recomienda realizar una visita de control al mes, a los 3 meses y a los 6 meses del tratamiento. En este último control se valorará si es necesario repetir o no el tratamiento.
La aplicación de la luz pulsada requiere un estudio previo para que el oftalmólogo especialista pueda valorar si el paciente es candidato a este tratamiento. Por ello, se comienza por una prueba diagnóstica para evaluar la composición de la lágrima y el funcionamiento de las glándulas de Meibomio.
La prueba previa consiste en la obtención de una topografía con parámetros de calidad lagrimal, una meibografía (imagen de las glándulas de Meibomio del párpado superior e inferior) y una fotografía de segmento anterior del margen palpebral. Este examen, de carácter completo, se realiza antes del tratamiento para saber si el paciente es un buen candidato al tratamiento y al mes de haberlo finalizado para que el médico especialista pueda determinar el grado de mejoría obtenido.
Si el paciente resulta candidato, se procederá a realizar el tratamiento mediante la aplicación de luz pulsada en tres sesiones.
El paciente debe tener en cuenta las siguientes indicaciones:
Después del tratamiento puede aparecer un ligero enrojecimiento y, por ello, recomendamos el uso de crema hidratante y protección solar el día del tratamiento y al menos los 3 días posteriores al mismo.
Además, se recomienda no llevar a cabo otros procedimientos médicos estéticos en la zona tratada (y en general en toda la cara) mientras dure el ciclo de tratamiento. Por último, le sugerimos al paciente llevar gafas solares durante como mínimo los 15 días posteriores a la sesión.
En casos de blefaritis posterior, está indicado el tratamiento con luz pulsada a nivel de la inflamación existente en el borde palpebral, ya que puede ser el origen de los síntomas de sequedad ocular asociada a esta patología.
Al tratarse la blefaritis de una patología crónica se aconsejan controles frecuentes con el oftalmólogo oculoplástico para vigilar su evolución.
El tratamiento con luz pulsada está indicado también en pacientes que presentan alteraciones cutáneas alrededor de los ojos, orzuelos, telangiectasias y rosácea ocular.
La terapia IPL también está indicada en determinados casos de blefaritis, orzuelos, telangectasias y rosácea ocular.
Son unas pequeñas glándulas situadas en los párpados cuya función principal es la producción de un tipo de grasa que forma parte de la lágrima normal.
La presencia de grasa en las lágrimas, generada por las glándulas de Meibomio, permite limitar la evaporación natural de las lágrimas y así, mantener constantemente húmeda la córnea para evitar la aparición del síndrome del ojo seco.
Los efectos pueden tener una duración estimada de 6 meses, pudiéndose repetir el tratamiento cuando se considere necesario. También se puede mostrar un efecto más prolongado en algunos casos.
El uso de lágrimas artificiales después del tratamiento sigue siendo necesario, aunque si el tratamiento con luz pulsada resulta efectivo, puede reducirse la frecuencia de uso. En algunos casos, hay pacientes que llegan a prescindir de las lágrimas artificiales.
El paciente deberá cerrar ambos ojos, se desinfectará la zona a tratar y se le colocará unas gafas protectoras (goggles opacos). A continuación, se aplica 6 veces en total la luz pulsada desde la zona nasal interna hasta la zona temporal previa aplicación de un gel conductor.
Después de aplicar la luz pulsada y de instilar gotas de anestesia local al paciente, se realizará una leve presión sobre las diferentes zonas del borde palpebral para extraer los depósitos cerosos y vaciar las glándulas de Meibomio obstruidas.
Por último, se le aplica al paciente una crema hidratante en la zona tratada (contorno de ojos).
Después del tratamiento ya puede hacerse vida normal, tomando algunas precauciones: no llevar a cabo otros procedimientos médicos estéticos en la zona tratada (pero en general en toda la cara) mientras dure el ciclo de tratamiento, usar crema hidratante y protección solar el día del tratamiento y al menos los 3 días posteriores al mismo, utilizar gafas solares como mínimo 15 días pasada la sesión, además de seguir los controles indicados por el oftalmólogo.
El tratamiento mediante luz pulsada puede ocasionar efectos colaterales como el eritema transitorio (enrojecimiento), picores, edema (hinchazón) e hiperpigmentación transitoria. Estos efectos se pueden evitar con el uso de crema hidratante y protección solar.
No es aconsejable. Se recomienda evitar productos que se apliquen en las pestañas y borde palpebral, como máscara de pestañas o delineadores de ojos, ya que favorecen la obstrucción de las glándulas de Meibomio.
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