heterocromia o ojos de distinto color

La heterocromía es la condición anatómica que hace que los iris de los ojos de algunos seres humanos o animales sean de colores diferentes entre sí.

¿Qué define el color del iris?

El color de los ojos es un rasgo que suele provenir de la herencia genética y cuya determinación viene dada principalmente por la cantidad y forma de distribución de la melanina en el iris.

Es habitual que los recién nacidos presenten un color de iris tirando a gris azulado. Sin embargo, no será hasta entre los 6 y los 10 meses cuando el color de sus ojos se definirá. Antes de esa edad las células que generan la melanina no son todavía lo suficientemente maduras.

Tipos de heterocromía

Existen varios tipos de heterocromía. Algunos son raros en seres humanos, mientras que otros son más habituales. Podemos clasificarlos de la siguiente manera:

Según su localización

  • Heterocromía iridium o completa. La persona tiene el iris de cada ojo de un color distinto, como vemos en la imagen de la cabecera. Es poco habitual en el ser humano.
  • Heterocromía iridis o parcial. La persona presenta dos tonalidades muy distintas dentro del iris de un mismo ojo. Este último caso es mucho más frecuente y puede presentarse en forma de heterocromía central (el iris tiene un anillo de un color y el resto de otro) o sectorial (la heterecromía no se presenta en forma de anillo, sino que afecta solo un sector del iris no anular).
Heterocromía iridis o parcial

Heterocromía iridis o parcial

Según su aparición

  • Heterocromía congénita. Está presente desde el momento en que el ojo adquiere su coloración definitiva.
  • Heterocromía adquirida. Puede aparecer más adelante en cualquier etapa de la vida, debido a una lesión o a otras enfermedades subyacentes.

¿Cuales son las causas de la heterocromía?

Las causas que originan estas situaciones pueden ser muy diversas, dependiendo de si son genéticas o adquiridas:

Genéticas

La heterocromía congénita puede no tener ninguna causa patológica o deberse a una enfermedad congénita subyacente.

  • Heterocromía de iris idiopática. Es la que se presenta desde el nacimiento y no tiene ninguna causa patológica. La función ocular es absolutamente normal, ya que no va asociada a ninguna enfermedad ocular.
  • Heterocromía del iris congénita patológica. Es la que aparece desde el nacimiento y se produce debido a la existencia de una enfermedad congénita subyacente, como la neurofibromatosis, el síndrome de Waardenburg o el síndrome de Claude-Bernard-Horne congénito.

Adquiridas

La heterocromía también puede ser debida a enfermedades o lesiones sufridas a lo largo de la vida. Por lo tanto, si se aprecian cambios de coloración del iris, hay que pedir cita con el oftalmólogo para examinar el caso y determinar si existe una enfermedad subyacente.

Algunos de los factores que pueden provocar una heterocromía adquirida son los siguientes:

  • Siderosis y hemosiderosis. Se trata de depósitos de hierro en el iris. Provocan una alteración de su coloración normal y suelen ocurrir habitualmente a consecuencia de un traumatismo o lesión.
  • Glaucoma y algunos medicamentos que lo tratan. El glaucoma y el uso excesivo de gotas para tratarlo pueden alterar el color del iris.
  • Ciclitis heterocromática de Fuch. Esta inflamación de la cámara anterior del ojo es una de las causas de la alteración del color del iris más frecuente.
  • Uveítis o inflamación ocular.
  • Melanomas o tumores oculares consistentes en una proliferación excesiva de las células encargadas de sintetizar la melanina.
  • Otras enfermedades raras.

Incidencia y casos conocidos

A pesar de la baja incidencia de la heterocromía, existen varios casos conocidos, como el de las actrices Kate Bosworth, Mila Kunis, Alice Eve y Jane Seymour, y los actores Henry Cavill (Superman) y Benedict Cumberbatch (Sherlock). El famoso caso de David Bowie, cuyos ojos tenían una apariencia distinta, se debía, sin embargo, al tamaño distinto de sus pupilas (anisocoria), provocado por una parálisis del nervio encargado de regular la dilatación y contracción de las pupilas. Una de sus pupilas se mantenía siempre dilatada, lo que provocaba que el iris de ese ojo pareciera, a simple vista, más oscuro que el del otro.

Contenido médico revisado por - Última revisión 30/09/2020

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