Las enfermedades oculares con origen genético son enfermedades causadas por alteraciones en el código genético que aparecen a lo largo de la vida y provocan problemas de visión que afectan en mayor o menor grado la calidad de vida del paciente. Debido a su carácter genético, la mayoría suelen heredarse de padres a hijos y pueden afectar distintos tejidos visuales: en la mácula, en la córnea, en el nervio óptico, etc. Más del 60% de los casos en los que existe ceguera infantil se deben a enfermedades con factores genéticos relacionados
Existen otras patologías muy prevalentes en la población general como la degeneración macular y el glaucoma, que corren mayor riesgo de desarrollarse en aquellas personas que tienen familiares de parentesco directo afectos. La degeneración macular asociada a la edad, es una enfermedad degenerativa que afecta a la parte central de la retina, responsable de la visión central. El principal factor de riesgo es la edad y existe más riesgo de desarrollarla a partir de los 60 años. Provoca visión borrosa y alteración de la forma y tamaño de las imágenes. El glaucoma es una enfermedad que produce daños en el nervio óptico, lo que puede conducir a una pérdida de visión progresiva del campo visual.
Las revisiones oftalmológicas son necesarias para detectar cualquier tipo de enfermedad subyacente. Por eso, en caso de tener antecedentes familiares de enfermedades que puedan ser hereditarias y afecten a la visión, es necesario someterse a un examen oftalmológico completo para descartar su presencia o aplicar un tratamiento precoz, si lo hubiera.
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