¿Sabías que nadie más en el mundo tiene el mismo color de ojos que tú? Aunque tengas los ojos azules, igual que tu hermano o hermana, el modo en el que ese color está presente en cada ojo es único.
El color de los ojos humanos depende de varios genes. Los científicos tienen bastante conocimiento sobre un par de estos genes que determinan los colores de ojos más habituales, el marrón, el azul y el verde. Sin embargo, siguen trabajando para determinar cómo se forman otros colores como el color avellana, el gris azulado y otras combinaciones. Es creencia popular que el color de ojos proviene de una mezcla de los colores de ojos de los progenitores. Pero no es cierto, puesto que en el proceso juegan un papel importante distintos genes de cada progenitor, por lo que el resultado final no se determina por una mezcla exacta que se puede predecir en base al color de los ojos de los padres y abuelos del bebé.
También se calculaban las posibilidades de tener un color u otro teniendo en cuenta la idea de que los ojos marrones son dominantes y los azules recesivos. Pero con el tiempo, hemos ido viendo que no se trata de algo tan sencillo de determinar, puesto que la transmisión de características genéticas es muy compleja, lo que hace posible que, por ejemplo, dos personas con los ojos azules puedan tener un bebé con los ojos marrones.
El color de los ojos depende de la distribución de la melanina, un pigmento marrón, en el iris. A mayor cantidad de melanina, los ojos serán marrones. Cuanta menos melanina tengan, más claros serán los ojos. La cantidad y la distribución de este pigmento es lo que hace único cada color de ojos. Por ese motivo, aunque una persona comparta con familiares suyos un color de ojos similar, nunca será exactamente igual.
La mayoría de niños nacen con los ojos azules, pero el color puede oscurecerse durante los tres primeros años a medida que la melanina se desarrolla. Si ambos progenitores tienen los ojos marrones, es más probable, aunque no seguro, que su hijo también los tenga marrones. Además, el color oscuro tiende a ser dominante, así que el marrón suele ganarle al verde, y el verde, al azul. Pero a pesar de la tendencia, un niño nacido de un progenitor con ojos azules y otro con ojos marrones, no tiene porque tener siempre los ojos marrones.
Algunas personas sufren de albinismo, una ausencia o falta de melanina en la piel, pelo e iris, que hace que tengan los ojos de color azul muy claro (cuando hay poca melanina) o incluso rosas o rojos, en los casos más raros en los que el iris tiene una falta absoluta de melanina, debido a que los vasos sanguíneos son visibles.
Otras personas, pueden tener el iris de cada ojo de un color distinto. Esta característica recibe el nombre de heterocromía, una condición que puede ser de distintos tipos y que puede estar presente al nacer o puede desarrollarse más adelante en la vida.
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