Con el final del verano y el inicio de esta nueva estación, llega el momento de disfrutar de los colores otoñales, del aire fresco (pero no demasiado frío), de salir a recoger setas o de hacer excursiones en familia por la montaña. Sin embargo, en esta época del año las horas de sol se reducen, por lo que también retomamos tareas y hábitos cotidianos entre los que predominan las actividades en casa. Algunas de estas actividades, como leer, ver la televisión, coser, trabajar con el ordenador, etc., requieren de luz artificial, lo que en muchos casos supone un mayor esfuerzo visual. Además, a esto hay que sumarle que durante esta época del año, la incidencia de alergias, gripes y resfriados es mayor, lo que puede acabar afectando a nuestros ojos.
Por ello hoy os proponemos 4 consejos para mantener los ojos sanos durante este otoño:
Tanto los adultos, al limpiar el jardín, como los niños, al jugar con las hojas, pueden experimentar la entrada de restos vegetales en los ojos, lo que puede llevar a una infección conocida como queratitis fúngica. Se trata de una infección de la córnea (la parte transparente y más externa del ojo, que cubre el iris y la pupila), que provoca dolor, disminución de la visión, sensibilidad a la luz y lagrimeo o secreción del ojo.
Para evitarlo, es recomendable proteger los ojos con gafas protectoras cuando se trabaje en el jardín. Si se es usuario de lentes de contacto, es importante, además, lavarlas con la solución apropiada al finalizar.
Durante esta época del año, cada vez más personas celebran la fiesta de Halloween disfrazándose. Algunas, incluso utilizan lentes de contacto decorativas para hacer que su disfraz parezca más realista. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las lentes no prescritas por un oftalmólogo pueden acarrear consecuencias peligrosas.
Este tipo de lentes de contacto sin receta pueden no ser estériles, su falta de ajuste específico al ojo puede provocar problemas oculares y, además, pueden acarrear infecciones dolorosas. Incluso, en algún caso, se pueden producir complicaciones que acaben provocando ceguera. Por ello, antes de adquirir unas lentes de contacto de colores es importante que lo consultes con tu oftalmólogo de confianza.
La brisa del otoño puede provocar sensación de ardor, escozor y ojos llorosos. En muchos casos, el aire frío y seco suele ser el responsable de todo ello, ya que provoca sequedad ocular. Por ello es recomendable usar lágrimas artificiales, que mejoren la hidratación de los ojos, y evitar los entornos demasiado cálidos, el viento o el uso prolongado de secadores de pelo.
El otoño nos regala un gran festín para los ojos y para nuestra salud. Las frutas y verduras de temporada vienen cargadas de antioxidantes, como la vitamina C, la vitamina A y otros nutrientes. Así, una gran forma de cuidar nuestros ojos durante esta época de entretiempo también consiste en alimentarnos con productos de temporada, como las manzanas, las peras, las granadas, las calabazas, los boniatos o las castañas, entre otros.
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