El Director Médico de ICR Dr. Ignasi Jürgens y la Dra. Silvana Belotto, miembro del Departamento de Retina, han participado en un estudio multicéntrico sobre la recuperación sin cirugía del agujero macular de espesor completo, en el que ICR ha tenido un papel principal.
La metodología y conclusiones del estudio han sido publicadas en el artículo “Recovery course of foveal microstructure in nonsurgical resolution of full-thickness macular hole”, del Graefe’s Archive for Clinical and Experimental Ophthalmology.
Nos referimos a agujero macular cuando hablamos de una lesión localizada en la fóvea, la parte central de la retina o mácula, y que es la responsable de la visión de detalle necesaria para leer. Los pacientes con agujero macular suelen percibir una pérdida de visión central y una distorsión de las imágenes o las líneas rectas, así como una mancha gris y dificultad para la lectura.
En la mayoría de los casos el agujero macular necesita ser tratado con cirugía. No obstante, estudios previos habían demostrado que según el grado de evolución de la patología puede haber una recuperación natural del agujero. Este nuevo estudio publicado el mes de abril ha tenido como objetivo acotar el análisis hecho previamente y observar en particular el curso de las microestructuras de la fóvea dañadas o rotas.
Mediante la tomografía de coherencia óptica (OCT), el estudio ha analizado los mecanismos que intervienen en el curso de la recuperación espontánea (sin cirugía) y, en particular, cuál es la evolución natural de la microestructura de la fóvea.
Para este estudio se han observado 84 ojos de pacientes de entre 13 y 88 años con agujero macular. Estos se han dividido en 4 grupos según el origen del agujero: traumatismo, edema quístico macular, tracción vitreomacular y grupo restante.
Para obtener el resultado más preciso, la observación se ha hecho a través de tres aparatos de OCT diferentes: OCT Spectralis, OCT Cirrus y OCT 2000 y se han estudiado parámetros como la agudeza visual y el diámetro del agujero a lo largo del tiempo.
Los resultados obtenidos han confirmado que existen patrones de recuperación entre los diferentes grupos, demostrando así que la causa del agujero puede afectar el curso de la patología. También se ha visto que esta recuperación viene mediada por las llamadas células de Müller, unas células que forman parte de las células de la glía y que proveen los nutrientes y el apoyo necesario a las células retinales.
Los expertos han concluido que los agujeros maculares pequeños pueden curarse de manera espontánea con un seguimiento exhaustivo por parte de los especialistas. No obstante, aseguran que para una mejor recuperación visual habrá que seguir realizando en la mayoría de los casos un tratamiento quirúrgico.
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