Qué es el test de Lancaster

El test de la pantalla de Hess-Lancaster es una prueba no invasiva que se utiliza para estudiar los movimientos oculares, comparando la posición de un ojo con respecto al otro en las diferentes posiciones de la mirada. Permite identificar qué músculos oculares presentan alguna alteración de la movilidad y por lo tanto son los responsables de la diplopía o visión doble del paciente.

Para qué se usa

El test de Lancaster se usa para estudiar pacientes con estrabismo, ya sean criaturas o personas adultas. Permite diagnosticar parálisis oculares y es imprescindible para hacer un correcto seguimiento de pacientes con diplopia o visión doble.

Antes de la prueba

El test no requiere de ninguna preparación previa, ya que es una prueba rápida e indolora y no se necesita subministrar ningún tipo de colirio.

Después de la prueba

Se trata de una técnica no invasiva, por lo que no requiere de contacto directo con el ojo ni produce reacciones adversas. Después de la prueba se puede realizar sin ningún problema cualquier actividad del día a día.

Cómo se realiza

La prueba de Hess-Lancaster dura unos 10 minutos y consiste en proyectar sobre una pantalla dos luces de diferente color.

Para realizar la prueba, el paciente deberá estar sentado, con los ojos a la altura de la pantalla y llevará unas gafas con un cristal de color verde en un ojo y de color rojo en el otro. En esa postura y sin mover la cabeza, el paciente deberá señalar en qué lugar ve la luz que el optometrista irá proyectando sobre la pantalla con una linterna que tendrá en la mano. El resultado de la desviación entre la luz proyectada y la luz señalada por el paciente determinará qué músculos oculares están paralizados.

El departamento encargado de realizar la prueba es el Departamento de Optometría, que es quien realiza todas las pruebas oftalmológicas necesarias para el diagnóstico y el seguimiento de las diferentes patologías oculares y de todo el sistema visual. El Departamento cuenta con los equipos diagnósticos más avanzados y con la tecnología más moderna, y su plantilla de 50 optometristas dispone de formación específica para la realización de estas pruebas.

Preguntas frecuentes

¿Puede causar algún tipo de molestia?

El test de Lancaster no produce ninguna molestia, ya que no hay contacto directo con el ojo ni se aplica ningún tipo de colirio.

¿Hay que venir acompañado/a?

No es necesario acudir con otra persona para la realización de esta prueba.

¿Hay que acudir en ayunas?

No, no se necesita acudir en ayunas para la realización de la prueba.

¿Cuánto se tarda en obtener los resultados de la prueba?

Los datos se obtienen en el mismo momento de la realización de la prueba. Si se precisa un informe firmado por un oftalmólogo, la prueba informada se remitirá en pocos días.

¿Puede el personal de optometría interpretar el resultado de la prueba en el momento de su realización?

El equipo de optometría es el encargado de realizar la prueba y tiene los conocimientos para confirmar su correcta ejecución. Quien debe interpretar e informar de los resultados obtenidos es el equipo médico, quien lo hará teniendo en cuenta el contexto clínico después de realizar una anamnesis y una exploración completas del paciente.

¿Cuáles son los valores normales que se obtienen en un test de Lancaster?

Esta prueba sólo se realiza a pacientes que presentan visión doble y pretende poner de manifiesto las limitaciones en los movimientos oculares, por lo que la respuesta de cada paciente es totalmente particular. Si existe una alteración, no responde a un patrón de normalidad sino que refleja la problemática del paciente. Por lo tanto, debe ser el equipo médico quien los interprete en última instancia.

¿Se puede conducir después de la prueba? ¿Y ducharse?

Sí, después de la prueba se puede realizar cualquier actividad del día a día, como conducir o ducharse.

Más información

Contenido médico revisado por - Última revisión 07/08/2023

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