La Dra. Vanesa Cuadrado, del Departamento de Órbita y Oculoplástica del ICR, se ha llevado el premio al mejor póster de la SCOFT (Sociedad Catalana de Oftalmología) presentado en su 48º congreso, por Canaliculitis primaria: perfil demográfico, hallazgos clínicos, microorganismos y tratamiento.
El objetivo principal del estudio de la Dra. Cuadrado, en el que también han colaborado la Dra. Nuria Ibáñez, el Dr. Xavier Graell, el Dr. Sebastian Prieto y la Dra. Carolina Bruzual, era realizar un estudio para determinar el perfil demográfico de los pacientes con canaliculitis, la presentación clínica, los microorganismos responsables, el tratamiento realizado en cada caso, y las posibles secuelas de esta patología.
El póster por el que la Dra. Cuadrado se llevó el premio.
La canaliculitis es una inflamación poco frecuente del canalículo lagrimal y normalmente está provocada por una infección. Suele aparecer en mujeres pasada la edad de la menopausia y provoca lagrimeo continuo y un edema en el punto lagrimal o del canalículo.
La canaliculitis se confunde habitualmente con otras enfermedades, y puede llegar a ser diagnosticada como conjuntivitis, dacriocistitis crónica (inflamación del saco lagrimal), chalazión (quiste en el párpado), mucocele o blefaritis (inflamación del párpado). Por ello, el tratamiento correcto puede llegar con retraso, lo que puede conllevar secuelas graves para la vía lagrimal.
Hasta ahora, se había demostrado que el actinomyces era el microorganismo responsable de esta inflamación del canalículo lagrimal. Sin embargo, en estudios más recientes han sido los estreptococos y los estafilococos los organismos que más frecuentemente se han aislado.
El tratamiento médico de la canaliculitis suele mejorar los síntomas. Sin embargo, es muy frecuente la recurrencia de la enfermedad, por lo que en una gran parte de los casos se recomienda una intervención quirúrgica que soluciona definitivamente, en la mayoría de casos, esta enfermedad.
Los tumores palpebrales aparecen en los párpados en forma de lesiones, granitos o pequeños bultos, mientras que los tumores orbitarios son los que se encuentran en la cavidad orbitaria, que envuelve el ojo.
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