La ambliopía u ojo vago es una alteración de la visión provocada por una asimetría en el uso de los ojos. Suele desarrollarse en edades muy tempranas y es la primera causa de pérdida de visión infantil. Por ese motivo es esencial someterse a un examen de visión temprano por parte de un oftalmólogo especialista, que permita detectar esta alteración y valorar el tratamiento lo antes posible.
A pesar de que no hay ninguna enfermedad que dificulte la capacidad visual de los ojos, el cerebro recibe información de peor calidad de uno de ellos, por lo que da preferencia al ojo que ve mejor. Esto hace que el otro ojo no se estimule ni trabaje lo suficiente y acabe por volverse “vago”.
Algunas de las causas pueden ser:
El ojo vago o ambliopía no siempre es fácil de detectar, puesto que, según su causa, no se reconoce a simple vista. Por otro lado, si el déficit visual es unilateral, resulta muy difícil detectar en casa. A ello se suma que los niños no son conscientes del déficit de visión unilateral en la mayoría de los casos.
Hay algunos signos que nos deben hacer consultar con el oftalmólogo pediátrico porque pueden acompañar alguna enfermedad ocular pediátrica concreta, como son:
Lo más importante para corregir el ojo vago o ambliopía es realizar una detección y tratamiento precoces, ya que solo puede tratarse durante la infancia. Se recomienda hacer revisiones oftalmológicas regulares que permitan detectar cualquier alteración a partir de los 3 años, aunque si es necesario, se puede valorar la visión en bebés a partir de 6 meses. Cuanto antes se detecte mejores resultados se conseguirán.
El tratamiento del ojo vago depende de su causa y puede consistir en:
En cualquier caso, lo más importante para el tratamiento del ojo vago o ambliopía es detectarlo y tratarlo de forma precoz, ya que de ello dependerá el pronóstico visual del niño.
La ambliopía u ojo vago consiste en la baja visión de un ojo debido a una mala coordinación con el cerebro. El cerebro da preferencia al ojo que ve mejor, lo que hace que el otro ojo no se estimule ni trabaje lo suficiente. Es importante detectarlo y tratarlo cuanto antes, ya que aproximadamente a los 8 años se alcanza la visión definitiva y es más difícil de corregirlo. El estrabismo, en cambio, se produce cuando un ojo o ambos se desvían y puede tratarse también en la edad adulta. El ojo vago es, en muchos casos, consecuencia del estrabismo.
Cuanto antes se detecte y se trate mejor, ya que a partir de los 7-8 años el índice de éxito del tratamiento empieza a descender, aunque hay casos en los que se pueden conseguir mejoras hasta los 15 años.
Sí, el ojo vago se puede prevenir realizando una exploración en edades tempranas, que permita detectar un estrabismo que en ese momento aún no haya generado una ambliopía y así prevenir su desarrollo. Asimismo, se puede detectar una anisometropía en edades tempranas y tratar mediante uso de gafas y evitar así la utilización de parche. En definitiva, la ambliopía u ojo vago es algo que se puede evitar solo realizando una revisión con un oftalmólogo pediátrico en edades tempranas.
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