Joan Nadal, gerente del grupo ICR, ha sido entrevistado por la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES), quien ha hecho una compilación de los puntos de vista de 27 expertos sobre la pandemia de la Covid-19. Los diferentes profesionales, tanto del ámbito sanitario, como del social y económico, han plasmado sus vivencias a través de la revista de la asociación, en esta ocasión en forma del monográfico titulado Miradas sobre la pandemia.
A continuación, os dejamos la entrevista de Joan Nadal.
Como centro monográfico, la pandemia nos ha afectado menos porque no hemos tenido pacientes de Covid-19 para tratar. Eso sí, hemos atendido personas con Covid que presentaban patologías oculares que no podían esperar, como, por ejemplo, un desprendimiento de retina. Hacia el 15 de marzo decidimos que solo atenderíamos urgencias y casos inaplazables. En unos días, la Generalitat aprobó un decreto que de alguna manera validaba esta decisión.
Montamos unas urgencias especiales 24 horas atendidas por los jefes de servicio. No porque el personal de urgencias habitual no estuviera capacitado, sino para que con el mínimo personal se pudieran atender los casos complejos de cada especialidad. Nuestro gran objetivo era que no se complicaran las patologías de los pacientes. Este equipo de urgencias fue muy proactivo. Se dedicaba a repasar sistemáticamente el historial de los pacientes y llamaba a aquellos que tenían cuestiones importantes pendientes para resolver. Así, se pudieron realizar las cirugías prioritarias y las aplazables se reprogramaron y se hicieron posteriormente una vez levantado el estado de alarma. Dado que el volumen de intervenciones disminuyó bastante, teníamos bastante con un respirador, de forma que los que no utilizábamos los cedimos a hospitales públicos.
Atendidas las circunstancias, tuvimos que hacer un ERTE por fuerza mayor que afectó al 70% de la plantilla e implantamos el teletrabajo. Fuimos reincorporando el personal según las necesidades y cuando el ERTE llegó al final, todo el personal se terminó de reincorporar. A medida que los trabajadores llegaban, les hacíamos las pruebas pertinentes para saber quién había pasado la Covid-19 y si había algún positivo.
Hemos sido muy cuidadosos con la protección, tanto del personal sanitario como de los pacientes y visitantes. Además de los protocolos habituales de mascarilla e higiene, hemos instalado paneles de metacrilato en la recepción, en las salas de espera, en los despachos y en las zonas office, donde hay que retirarse la mascarilla para comer. En este sentido, hemos recibido la certificación Applus+ de protocolos de Higiene y Control. Pero quizás una de las medidas que más ha llamado la atención es la construcción de tres carpas en el patio exterior. La finalidad ha sido la de acoger aquellos acompañantes de pacientes que no era necesario que entraran al edificio. Además, en el interior del centro redujimos el aforo al 50%.
El coronavirus nos ha hecho pensar en la arquitectura y la distribución de los espacios. Aun así, si no se construye un edificio nuevo, esto es difícil de modificar. En cambio, sí que se puede incidir en la elección de los materiales de elementos ya existentes. Por ejemplo, se sabe que la persistencia del virus SARS-CoV-2 es mucho más larga al acero que al cobre. Pienso que habría que profundizar en este tipo de cuestiones.
Podéis leer la revista completa en catalán en el siguiente enlace:
Mirades sobre la pandèmia. Associació Catalana D’Entitats de Salut. 2020, .
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