Un estudio realizado por la asociación Visión y Vida confirma que el confinamiento de más de tres meses que hemos vivido ha tenido un impacto negativo en la salud visual de la población. Así, según los resultados de este estudio, más de la mitad de la población ha empeorado su visión, especialmente los jóvenes entre 12 y 19 años y las personas con presbicia temprana, es decir personas con edades comprendidas entre los 40 y los 50 años.
Para la elaboración del estudio se ha contado con la participación de 475 personas, además de casi 2000 cuestionarios respondidos por ópticos acerca de las revisiones realizadas después del confinamiento. De estas entrevistas y cuestionarios se desprende que más del 57 % de la ciudadanía ha notado como su visión le ha empeorado después del confinamiento. En concreto, 8 de cada 10 estudiantes de secundaria han notado un empeoramiento de su visión durante la cuarentena y 1 de cada 10 ha empezado a usar compensación óptica por primera vez. Respecto a los présbitas tempranos, más de un 63 % afirma que su visión ha empeorado, más del 47 % ha cambiado su graduación y de estos, más del 4 % ha empezado a utilizar gafas por primera vez.
El estudio ha analizado también cómo el aumento en el uso de pantallas, ya sean móviles, tabletas o televisores, durante el confinamiento ha favorecido estos datos. De hecho, el Dr. Jürgens, director médico de ICR y responsable del Departamento de Retina y Vítreo, ya advirtió a principios de abril sobre el impacto que podía tener el confinamiento y el aumento del uso de pantallas en la visión. Tal y como explicó el doctor, cuando utilizamos estos dispositivos lo que hacemos es utilizar la visión próxima y esto produce un mayor esfuerzo para enfocar, además de que aumenta el riesgo de que la superficie ocular se seque debido a la disminución de la iluminación y a un menor parpadeo.
Para intentar disminuir estos riesgos, el Dr. Jürgens recomendaba seguir la regla del 20-20-20, según la cual hay que levantar la vista cada 20 minutos durante 20 segundos y fijar la mirada a una distancia mínima de unos 20 pies (equivalente a 6 metros). Así pues, debemos acordarnos de hacer estas pausas, mirar de lejos y trabajar con buena iluminación ya que, de lo contrario la pupila se dilata, la capacidad de enfoque es menor y tenemos que hacer un mayor esfuerzo acomodativo. Asimismo, ahora que ya podemos salir de casa, debemos aprovechar para reducir el tiempo de uso de las pantallas y hacer más actividades al aire libre.
Si durante el confinamiento también has experimentado cambios en la visión es importante que te realices una revisión oftalmológica para ajustar la corrección óptica a la nueva situación y, en caso de no usar corrección, valorar la necesidad o no de su uso.
Escríbenos o pide hora para una consulta con uno de nuestros especialistas.