Hoy 31 de mayo es el Día Mundial Sin Tabaco, un día promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de informar a la población sobre los peligros que supone el consumo de tabaco.
El tabaquismo ya es la principal causa evitable de defunción en el mundo y, aunque la sociedad conoce las consecuencias que tiene el humo del tabaco para el cuerpo, mucha gente no sabe que este también puede afectar a los ojos y provocar pérdida de visión. Las toxinas que se inhalan al fumar van a parar al torrente sanguíneo y se reparten por todo el cuerpo, hasta en los ojos. Esto puede provocar diferentes problemas oculares, como cataratas, ojo seco, degeneración macular asociada a la edad (DMAE), retinopatía diabética y problemas en el nervio óptico. Muchos de estos casos pueden incluso terminar en ceguera si no se tratan a tiempo.
¿Cuáles son los grupos de riesgo?
Uno de los grupos de más riesgo dentro de los fumadores es el de las personas diabéticas. Estas tienen más posibilidades de sufrir una retinopatía diabética, que se produce cuando los vasos sanguíneos del ojo están dañados. Fumar, además, esta especialmente contraindicado para las personas que sufren de ojo seco, ya que a la falta de lágrimas que padecen hay que añadir que el humo potencia la sequedad y la irritación ocular.
Pero el tabaco no afecta solo a nivel interno. El humo del tabaco también puede afectar los tejidos que se encuentran alrededor de los ojos y crear bolsas, generar irritación e inflamación.
El tabaquismo, además, está especialmente contraindicado durante el embarazo, ya que puede provocar un parto prematuro y hacer aumentar las posibilidades de que el bebé sufra un trastorno visual conocido como retinopatía del prematuro. Este trastorno sucede cuando los vasos sanguíneos de la retina del recién nacido no se han desarrollado con normalidad, lo que podría producir un desprendimiento de retina y, en algunos casos, hasta ceguera.
Día Mundial Sin Tabaco
La jornada de hoy también pretende hacer difusión de las prácticas comerciales de las empresas tabacaleras y de las iniciativas que coordina la OMS para lucha contra el tabaquismo, así como dar a conocer todo lo que las personas pueden hacer para reivindicar su derecho a la salud y a una vida sana. Otro de los objetivos es proteger a las generaciones futuras del consumo de tabaco, que actualmente mata a casi 6 millones de personas en todo el mundo, más de 600 mil de las cuales son fumadoras pasivas.