La falta de luminosidad que experimentamos durante la noche hace que observemos un menor contraste entre los elementos que tenemos delante. Esto puede hacer disminuir nuestra agudeza visual. Por ello, es especialmente necesario estar atento a la hora de conducir de noche, ya que se pueden producir deslumbramientos o no ver correctamente las señales de la carretera.
A esta disminución de la agudeza visual hay que sumarle otro factor que, en situaciones de poca luminosidad, puede afectar a algunas personas: la miopía nocturna.
Cuando observamos un objeto lejano bajo la suficiente luz, la acomodación del ojo o enfoque no actúa, ya que el objeto se ve correctamente. Por lo contrario, cuando hay una menor iluminación los detalles de los objetos se ven menos claramente, por lo que en algunas personas se activa de forma automática la acomodación o enfoque del ojo para intentar visualizar esos detalles. Esa acomodación innecesaria del ojo hace que el enfoque apunte a una distancia errónea, lo que produce un tipo de miopía que se conoce como “miopía nocturna”.
Otro de los factores que afecta a nuestra visión durante la noche es la dilatación de la pupila. Esta permite, por un lado, que entre más luz en el ojo, pero, por el otro, disminuye el foco o profundidad de campo, lo que puede hacer aumentar las aberraciones esféricas y hacernos ver una imagen imperfecta.
La miopía nocturna puede agravarse, además, si la persona padece otras afecciones, como:
Hace tiempo se creía que la miopía nocturna era de una magnitud de 1,5 dioptrías y que podía ser la causa de muchos accidentes de tráfico que se producían durante la noche, pero estudios recientes han demostrado que suele estar alrededor de 0,5 dioptrías de media, por lo que su impacto real no es muy alto.
Aunque existen formas de corregir la miopía, no es tan fácil evitar la miopía nocturna. Esta puede compensarse con gafas graduadas, pero la graduación correcta variará según la cantidad de luz o factores como el cansancio, y solo sería adecuada en ciertas condiciones.
De todas formas, si observas que tienes problemas para ver bien al conducir por la noche es recomendable que consultes al oftalmólogo, ya que podría deberse a otro problema diferente a la miopía nocturna que sí pudiera tratarse.
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