La Dra. Amanda Rey, oftalmóloga del Departamento de Retina y Catarata del Institut Català de Retina, ha publicado un artículo en la prestigiosa revista científica internacional Clinical Ophthalmology, en el que se estudia el resultado visual y las complicaciones que se producen en la cirugía de cataratas en los pacientes que han sido sometidos anteriormente a una vitrectomía pars plana.
El primer objetivo del estudio fue observar los resultados tras la cirugía de cataratas en dichos ojos vitrectomizados; el segundo, analizar si el tiempo de desarrollo de la catarata está relacionado con la vitrectomía pars plana (teniendo en cuenta los antecedentes generales u oftalmológicos del paciente).
En el estudio se analizaron 87 pacientes que presentaron catarata, con antecedente de vitrectomía pars plana, a los que posteriormente la Dra. Rey realizó cirugía de facoemulsificación e implante de lente intraocular para el tratamiento de la catarata.
La vitrectomía pars plana es una intervención quirúrgica en la que, a través de la pars plana, se accede a la cavidad vítrea y mediante instrumentos de microcirugía se extrae el humor vítreo para poder trabajar sobre la retina. El vítreo se sustituye por una solución salina, burbuja de gas, aire o aceite de silicona.
Se realiza una vitrectomía para corregir enfermedades del segmento posterior del ojo, como pueden ser desprendimientos de retina, agujeros en la mácula, membranas epirretinianas, hemorragias u opacificaciones del vítreo, y hemorragias maculares.
Existen diversas complicaciones postoperatorias tras la vitrectomía, siendo la más frecuente la aparición de catarata. Esta suele aparecer con mayor frecuencia en pacientes de edad avanzada, con cierto grado de esclerosis nuclear, o en los que se les ha inyectado gas en la cirugía de retina.
La facoemulsificación es una cirugía ocular microincisional y poco invasiva, que consiste en la utilización de ultrasonidos para disolver y extraer el cristalino deteriorado, para substituirlo por una lente intraocular artificial que hace su misma función y dura para toda la vida.
En el ojo vitrectomizado, el cristalino no tiene la contrapresión del vítreo, que es una sustancia semisólida y viscosa, y durante la cirugía de catarata, pueden ocurrir variaciones significativas de la profundidad de la cámara anterior del ojo que dificultan el procedimiento.
El estudio demostró, que el riesgo de desarrollar catarata el primer año tras la vitrectomía, es elevado, sobre todo en pacientes con edad avanzada o con inicio de esclerosis nuclear en el momento de la cirugía de retina. La longitud axial y la presencia de miopía no parecen ser factores predisponentes a la formación de catarata, y la inyección de gas sigue siendo controvertida.
Con los nuevos dispositivos y las nuevas técnicas de cirugía de catarata, nuestro estudio confirma que la facoemulsificación es un procedimiento seguro para los ojos previamente vitrectomizados y, además, aporta en la mayoría de los casos una gran mejoría de la visión. Entre las complicaciones intraoperatorias, destacan los cambios de profundidad de la cámara anterior y miosis (cierre de la pupila) inesperadas por la ausencia del vítreo de dichos ojos (ojos vitrectomizados); y entre las complicaciones postoperatorias, destacan el edema macular (sobre todo en los ojos vitrectomizados de pacientes diabéticos o con cirugía macular previa) que puede tratarse con colirios o inyecciones oculares.
El estudio remarca la importancia de que los oftalmólogos tengan en cuenta las características especiales de los ojos tras una vitrectomía para evitar complicaciones durante la cirugía de catarata. Aun así, se puede esperar una buena rehabilitación visual, aunque muchas veces limitada por la enfermedad retiniana subyacente.
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