La miopía es un defecto visual por el cual el paciente no puede enfocar bien los objetos lejanos, pero sí puede ver con claridad los objetos próximos.
Es uno de los problemas refractivos más frecuentes. Suele aparecer a partir de los 5 años y seguir aumentando hasta estabilizarse alrededor de los 20 años. Puede ir asociado a otros defectos visuales como el astigmatismo o la vista cansada y corregirse con gafas, lentes de contacto, lentes orto-k o cirugía refractiva.
Algunos de los síntomas de la miopía son:
El ojo miope enfoca los objetos por delante de la retina en lugar de sobre ella, ya sea por un aumento de la longitud del ojo, que es la causa más frecuente, o bien por un aumento del poder de refracción de sus elementos internos, la córnea y el cristalino.
Las causas de la miopía pueden clasificarse según:
Es hereditaria y aparece en el recién nacido como consecuencia de alteraciones de las estructuras del ojo. Normalmente tiene un origen genético que puede relacionarse con un nacimiento prematuro o alguna enfermedad de la madre durante el embarazo. Normalmente es una miopía elevada, pero evoluciona poco.
La miopía magna o alta miopía es el tipo más severo y se denomina así cuando el paciente tiene más de 6 dioptrías. Va asociada a anomalías en el fondo de ojo de las personas afectadas. Es hereditaria y suele evolucionar mucho a lo largo de la vida. Este tipo de miopía requiere de controles oftalmológicos para hacer una detección precoz de posibles complicaciones.
Hablamos de miopía simple o axial cuando el paciente presenta menos de 6 dioptrías. Suele aparecer de niño, progresa durante la adolescencia y se estabiliza alrededor de los 20 años. Es el tipo de miopía más común. No suele asociarse a tanta patología ocular como la miopía magna, aunque también tiene un mayor riesgo de complicaciones oculares que los pacientes no miopes.
Los niños con miopía simple pueden no darse cuenta de su defecto, puesto que nunca han tenido una visión nítida. Por eso, piensan que no tienen una visión clara solo porque están demasiado lejos, y muchas veces entrecierran un poco los ojos para ver mejor.
No son realmente miopías, sino defectos refractivos transitorios provocados por mirar en condiciones de baja luminosidad o por exceso de acomodación, adquirida después de un traumatismo o enfermedad sistémica como la diabetes, o tras la ingesta durante un largo periodo de tiempo de determinados medicamentos.
A día de hoy, existen diferentes tipos de tratamiento para la miopía, ya sean ópticos o quirúrgicos (cirugía refractiva).
La corrección óptica más habitual es el uso de gafas y/o lentes de contacto, aunque este tipo de corrección puede resultar incómoda en el día a día.
A nivel óptico, existe también la posibilidad de usar lentes de ortoqueratología (orto-k) que permiten ralentizar el crecimiento de la miopía hasta un 45%, y que posibilitan al paciente no usar corrección durante el día y por lo tanto llevar una vida totalmente normal, ya que sólo se usan durante la noche. Este tipo de tratamiento es reversible y puede realizarse a cualquier edad.
En cuanto al tratamiento quirúrgico, se puede optar por la cirugía refractiva con láser Excimer, o bien con la implantación de lentes intraoculares fáquicas tipo ICL o sustituir el cristalino por lentes intraoculares monofocales, acomodativas, de rango extendido o trifocales.
La cirugía refractiva mediante laser Excímer suele indicarse cuando la miopía se ha estabilizado (alrededor de los 20 años) y es irreversible. Las indicaciones varían cuando se recure al implante de lentes intraoculares.
El ojo miope tiene mayor probabilidad de desarrollar en edad adulta otras patologías asociadas como glaucoma, degeneración macular asociada a la edad o desprendimiento de retina, lo que podría comportar la pérdida de visión.
El ICR ha implantado la Unidad de Miopía con el objetivo de integrar todas las patologías derivadas de la misma y focalizar los tratamientos contra ella para así mejorar la atención que puede recibir el paciente.
Los objetivos principales son:
Aunque no precise de corrección óptica por haber sido intervenido de cirugía refractiva o por emplear lentes de contacto ORTO-K, el paciente miope lo será toda la vida y es por ello que la Unidad de Miopía quiere velar por la salud ocular de los pacientes miopes a largo plazo.
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