La hipermetropía es un defecto de refracción del ojo que se produce cuando las imágenes se enfocan detrás de la retina y no directamente en ella, lo que provoca una visión borrosa o poco nítida en distancia intermedia y próxima. Esto suele ocurrir porque la córnea o el cristalino (o ambos) tienen poca potencia o el ojo es más corto de lo habitual. Así, las personas con hipermetropía pueden experimentar problemas a la hora de leer o ver la televisión, pero no para distinguir las señales de tráfico cuando conducen. La hipermetropía, además suele ir acompañada de astigmatismo.
La hipermetropía tiene, en muchos casos, un componente hereditario, por lo que se da con más frecuencia en personas con antecedentes de hipermetropía en su familia. Sin embargo, también pueden intervenir otros factores.
La mayoría de los recién nacidos son hipermétropes, defecto que se va corrigiendo a medida que el ojo se desarrolla, hasta desaparecer, en muchos casos, llegada la adolescencia. Aun así, si durante esta época no se corrige la hipermetropía infantil de forma adecuada esta puede desencadenar otras alteraciones visuales, como ojo vago o estrabismo. En los casos en los que la hipermetropía no es muy alta, las personas jóvenes suelen compensarla mediante la acomodación de los músculos oculares, pero con la edad esta capacidad se pierde, volviendo a manifestarse esa hipermetropía que tenían durante la infancia y había desaparecido en la adolescencia y requiriendo el empleo de corrección óptica.
Los síntomas más comunes que sufren las personas con hipermetropía son:
La hipermetropía puede corregirse mediante cirugía refractiva láser (LASIK) o mediante la implantación de una lente intraocular. Ambas opciones suponen una solución rápida y eficaz, que además permite corregir al mismo tiempo, no solo la hipermetropía sino también otros defectos de refracción, como el astigmatismo y la presbicia (vista cansada).
Para elegir el tratamiento más adecuado, se tendrán en cuenta las necesidades particulares de cada paciente (trabajo, aficiones, etc.) y se le realizará un estudio preoperatorio completo que permita valorar las características del ojo y que incluye pruebas como la topografía corneal, la pupilometría, la aberrometría, la biometría, etc. La realización de todas estas pruebas no suele durar más de unas horas. Teniendo en cuenta ambas cosas se va a determinar cuál es la mejor técnica para ese paciente en concreto.
Las personas que aún no se plantean la operación o que todavía no son aptas debido a que su graduación no es estable tienen otras opciones para corregir la hipermetropía:
En última instancia será el oftalmólogo quien evalúe cada caso y recomiende la opción más adecuada a cada paciente.
¿La hipermetropía es hereditaria?
La hipermetropía tiene, en muchos casos, un componente hereditario, por lo que se da con más frecuencia en personas con antecedentes de hipermetropía en su familia. Sin embargo, también pueden intervenir otros factores.
¿Qué es la hipermetropía infantil? ¿Se puede curar?
La mayoría de los niños tienen hipermetropía en la infancia, pero en muchos casos la capacidad de acomodación (enfoque) de su ojo suele ser suficiente para compensar una hipermetropía baja y permitirles ver los objetos cercanos. Aun así, tener que realizar este esfuerzo de acomodación puede provocar cansancio ocular, incomodidad o cefaleas.
La hipermetropía infantil suele corregirse a medida que el ojo se desarrolla, y disminuye, hasta desaparecer, hacia la adolescencia. Si para entonces, la hipermetropía no se ha corregido completamente, es probable que el defecto persista el resto de la vida.
¿Se puede prevenir la hipermetropía?
No, la hipermetropía no se puede prevenir, pero sí es recomendable tratarla lo antes posible para evitar sus consecuencias y controlar los posibles problemas relacionados.
¿Cómo puedo saber si soy candidato a una cirugía láser para la hipermetropía?
En principio, puede operarse de cirugía láser cualquier persona mayor de 21 años que tenga una graduación estable no superior a 5 dioptrías. Antes tendrá que realizarse un examen oftalmológico completo con las pruebas refractivas necesarias que confirmen su idoneidad.
Además de la hipermetropía, ¿puedo tener otro defecto de refracción?
Las personas que tienen hipermetropía también pueden tener a la vez astigmatismo y, en edades más avanzadas, presbicia o vista cansada. Sin embargo, una persona no puede tener hipermetropía y miopía a la vez.
¿Es posible operarse de cataratas e hipermetropía a la vez?
La cirugía de catarata consiste en la extracción del cristalino opacificado (catarata) y su sustitución por una lente intraocular. Gracias a la tecnología actual, podemos personalizar esta lente intraocular para corregir en la misma operación los defectos refractivos del ojo: miopía, hipermetropía, presbicia (vista cansada) y astigmatismo.
¿Es posible operarse de cataratas después de una operación de hipermetropía?
Sí, de hecho, es algo habitual. Una persona puede haberse operado en el pasado para corregir su hipermetropía y, más adelante, debido a la evolución natural del ojo, desarrollar una catarata que requiera ser extraída. En ese caso, simplemente hay que informar al oftalmólogo para que lo tenga en cuenta a la hora de realizar las pruebas previas a la intevención de la catarata para el calculo de la lente intraocular.
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